Aunque para él, por las siempre odiosas comparaciones, no ha debido ser fácil ser el hermano pequeño de Alistair Brownlee, Jonathan ha conseguido labrarse una exitosa carrera deportiva. A sus 30 años –32 tiene Alistair–, sigue siendo un referente mundial del triatlón olímpico, con un Mundial (2012) –dos tiene su hermano: 2009 y 2011–, un bronce en los Juegos de Londres 2012 y una plata en Río 2016 –Alistair se colgó los dos oros–.
Ahora, Jonny ultima su preparación para el que será su debut en la media distancia en el Campeonato del Mundo de la PTO (Organización de Triatletas Profesionales), que se disputa el próximo domingo 6 de diciembre en el marco del Challenge de Daytona (2.000 metros de natación, 80 km de bici y 18 km de carrera pie; todo, dentro de las instalaciones del circuito de velocidad Daytona International Speedway).
Jonny abre las puertas de su casa de Yorkshire, y también su corazón, para contarnos cómo han sido estas últimas semanas de entrenamiento antes de volar a Florida. Allí, en la que Noya ha calificado como la "carrera del año", se medirá al propio Noya y a muchas más estrellas del triatlón, tanto de corta como de larga distancia, incluido su hermano.
"La mayoría de la gente probablemente me ve como la persona que se dejó arrastrar hasta la línea de meta por su hermano mayor. Sin embargo, me gustaría que me vieran como alguien que nunca se rinde... como alguien que, cuando estoy en mi mejor version, soy muy dificil de derrotar", reflexiona el pequeño de los hermanos británicos a propósito del dramático episodio de la Gran Final de las Series Mundiales de Cozumel de 2016, cuando sufrió un desfallecimiento a pocos metros del final y Alistair tuvo que cargar con él hasta la llegada.
"La persona que más me gustaría ser es, definitivamente, mi hermano. Alistair es un atleta increíble. Si quieres vencerle tienes estar más en forma que él, porque él siempre va a sufrir más que tú. Si pudiera vencerle en Daytona, sería absolutamente increíble", asegura Jonathan, que recuerda la fractura por estrés que sufrió en 2015 como uno de los peores momentos de su carrera.
"Todos los atletas son muy buenos tratando de parecer irrompibles. No me gusta mostrar debilidades en la competición o entrenando. Quieres que parezca fácil, quieres que parezca que no estás sufriendo. Como deportistas, te enseñan a decirte a ti mismo que puedes ir más rápido, que puedes seguir adelante. Te dices a ti mismo que va a doler y, a veces, realmente, abrazas y disfrutas ese sufrimiento...
Siempre, en los malos momentos, surge esa pregunta de qué estoy haciendo aquí... por qué hago esto... Resiliencia, para mí, son esas personas que pueden superar estos días realmente difíciles. Se trata de conseguir la paz contigo mismo", asegura Jonny Brownlee en el siguiente vídeo...
