Sanders: "Tenía lágrimas en los ojos en la meta"

El subcampeón del mundo Ironman se desquitó en St. George de la derrota ante Frodeno en Oceanside.

Sanders: "Tenía lágrimas en los ojos en la meta"
Sanders: "Tenía lágrimas en los ojos en la meta"

Después de la dolorosa derrota ante Jan Frodeno, Lionel Sanders llegaba al Ironman 70.3 de St. George del pasado sábado con algunas cuentas pendientes, sobre todo consigo mismo.

La prueba de Oceanside supuso un punto de inflexión para el triatleta canadiense. Allí cometió varios errores de novato que, lejos de desmoralizarle, le han reafirmado en su afán por ser el mejor del mundo. En St. George empezó a poner en práctica esta nueva actitud y también los cambios que está llevando a cabo en la posición en la bici. El resultado no pudo ser mejor. Ganó la carrera, superando nuevamente a Kienle. Y lo más importante: se rencontró con su mejor versión. En la llegada, la emoción le pudo...

"He regresado a los conceptos básicos en St.George. Disfruté al obligarme a mí mismo a llegar al límite. Tenía lágrimas en los ojos y escalofríos en la espalda en la línea meta. Me encanta esta carrera y amo este lugar", ha asegurado después de conseguir su segunda victoria en St. George (2018 y 2016).

Las lágrimas de Sanders estaban más que justificadas. Batió el récord de la prueba con un registro de 3:41:11 (Alistair Brownlee hizo 3:41:58 en 2017). Además, por primera vez en su carrera, consiguió salir del agua por delante de Kienle.

El triatleta alemán, a pesar de volver a ser superado por Sanders, como el año pasado en el Challenge de Samorin (The Championship), o como en esta misma prueba tanto en 2017 (acabaron 2º y 3º, por detrás de Alistair Brownlee) como en 2016 (ganó Sanders también por delante de Kienle), se rindió, con gran deportividad, ante el poderío de Sanders. "Una vez más debo respetar a Lionel Sanders por una victoria muy merecida. Por supuesto que me hubiera encantado ganar esta carrera, pero estoy feliz y un poco sorprendido con mi rendimiento", ha comentado Kienle, que se estrenaba en 2018 en St. George.