Hace un mes, en el IRONMAN 70.3 de Dubai, cuando todo el mundo esperaba la enésima exhibición de Kristian Blummenfelt, el 'toro' falló. No sólo fue el pinchazo que sufrió en el segmento de bici. El triatleta noruego reconoció que desde el principio no tuvo buenas sensaciones ni el ritmo necesario para luchar por la victoria.
Sin embargo, lejos de venirse abajo por aquel 10º puesto, Blummenfelt tiró de humildad: "Es bueno que te den estas bofetadas en la cara dos meses antes del Mundial IRONMAN. Duele perder así. Es terrible después de la carrera, pero será combustible para las próximos semanas de entrenamiento". Y se puso rápidemante manos a la obra.
Antes de volver a concentrarse en Sierra Nevada, el 'toro' noruego pasó por Holanda, Francia y Alemania haciendo lo que él denomina sus "pruebas secretas".
Ahora, a punto de viajar a St. George, en una entrevista en 220triathlon.com, hace balance de su colosal 2021 y de sus expectativas para 2022, el que él mismo ha denominado como su "año IRONMAN".
Se queda con el oro olímpico
"Casi obtuve la misma atención por el récord de IRONMAN en Cozumel que por el oro olímpico. Pero los Juegos han sido algo para lo que hemos estado trabajando desde 2009. Así que son más de 10 años de preparación. Todo lo que hemos hecho, incluso las carreras 70.3, ha sido con Tokio en mente.
¡Y parece que todo el mundo se ha olvidado del título mundial! Y de hecho diría que el IRONMAN de Cozumel es lo que menos significa para mí de los tres, porque las Series Mundiales son complicadísimas. Aunque llevo compitiendo en las WTS desde 2013, solo he logrado tres victorias. Así que diría que es más difícil que la larga distancia", explica el triatleta noruego, de 28 años.
"El IRONMAN de Cozumel fue casi como una sesión de entrenamiento"
"Antes de Cozumel pasamos mucho tiempo en el laboratorio, haciendo pruebas. Y creo que en la preparación previa probablemente hice más sesiones específicas de IRONMAN que la mayoría de los especialistas de larga distancia, como hacer cuatro horas a ritmo de competición en la bici y luego una transición de carrera a pie de 30-35 km a ritmo de competición o incluso un poco más rápido.
Por eso, aunque nunca había hecho un IRONMAN, tenía la sensación de que lo había hecho entrenando con más fatiga acumulada. Fue casi como una sesión de entrenamiento porque cuando me sentía un poco cansado después de 17-18 km de carrera a pie, podía reducir un poco el ritmo a 3:55, ya que no estaba realmente bajo presión.
Pero va a ser muy diferente competir en St. George con Jan Frodeno y Gustav Iden. Porque tendrás a estos y otros rivales tratando de atacarte en la bicicleta y tratando de hacerte correr mal", asegura el 'toro', que un mes después del Mundial de St. George del 7 de mayo intentará romper la barrera de las 7 horas en distancia IRONMAN en el Desafío Pho3nix SUB7.
"Con más entrenamiento y una mejor comprensión de cómo podemos optimizar el rendimiento, creo que podemos mejorar aún más. Especialmente con el Sub7. Será un gran año. Así que es importante que aprendamos súper rápido", afirma Blummenfelt, que pone en valor la figura de Olav Aleksander Bu, el 'ingeniero del entrenamiento' que dirige sus pasos.
Un 'toro'... y un 'ingeniero'
Tengo la suerte de trabajar con el técnico Olav Aleksander Bu, quien es probablemente el mejor cuando se trata de usar sensores y tecnología para asegurarnos de que llevamos el entrenamiento de larga distancia al nivel olímpico.
Creo que lo mejor de Olav es que, de la misma manera que yo tengo los pulmones o el corazón más grandes, él tiene el mismo tipo de habilidades en su cerebro. Es capaz de absorber el conocimiento mucho más rápido que cualquier otra persona que haya conocido.
Con todos los datos que recopilamos, puede convertirlos en algo útil y usarlos de manera productiva. Y no es que me esté dando un planificación de entrenamientos y controlándolo todo. Yo también uso mis sensaciones y conocimientos para darle el feedback necesario", aclara Blummenfelt, que también habla sobre la clave para mantenerse sano.
"Tuve una fractura por estrés en el pie en 2013 que me dejó fuera nueve meses y otra lesión en la pantorrilla a finales de 2020. Creo que cuanto más constante seas en el entrenamiento y si la carga es gradual, es más fácil mantenerse libre de lesiones", matiza.
De Hawaii a París
"Por supuesto que quiero ganar el Mundial IRONMAN de Hawaii, pero era un objetivo secundario y no necesitaba 10 años para lograrlo. El plan era conquistarlo el mismo año que los Juegos Olímpicos, pero creo que puedo ganarlo el próximo mes de octubre.
Éste es el año IRONMAN. Luego, 2023 y 2024 serán de corta distancia, tratando de encontrar algo de velocidad en las piernas nuevamente para estar en forma para la carrera de París. Serán unos Juegos épicos, una gran competición que espero con impaciencia", concluye.