Frodeno: "Kristian me golpeó en la natación y dije: Amigo, el trono es mío"

Las declaraciones de Jan Frodeno y Kristian Blummenfelt tras la gran batalla del Open de Estados Unidos de la PTO.

Las declaraciones devFrodeno y Blummenfelt tras la gran batalla de Milwaukee
Las declaraciones devFrodeno y Blummenfelt tras la gran batalla de Milwaukee

El "penúltimo baile" de Jan Frodeno, que se despedirá del triatlón profesional el 10 de septiembre en el Mundial IRONMAN de Niza, tal y como confirmaba esta misma semana, ha terminado con un puñetazo en la mesa del que está considerado uno de los mejores triatletas de todos los tiempos. 

A pocos días de cumplir los 42 años, el tricampeón del mundo IRONMAN (2015, 2016 y 2019) y oro olímpico (2008) se ha impuesto con autoridad este viernes en el Open de Estados Unidos de la PTO (Organización de Triatletas Profesionales).

Y lo ha hecho recuperando su mejor nivel, después de pasar un 2022 prácticamente en blanco debido a las lesiones, y superando a su gran rival, el noruego Kristian Blummenfelt, de 29 años, el mejor triatleta del mundo a día de hoy como dice el ranking de la PTO y que está llamado a ocupar el trono que dejará vacante Frodeno a finales de año.

La competición ha sido un cara a cara entre ambos, aunque también se han metido en la pelea el francés Mathis Margirier, el danés Magnus Ditlev o el estadounidense Jason West, segundo en meta por delante de Blummenfelt.

Frodeno ha roto la carrera en el definitivo tramo a pie, aprovechando también los calambres que ha sufrido el 'toro' noruego al desmontar de la bici

“Han sido unas semanas emotivas. Y tener tiempo para apreciarlo rara vez ocurre en el deporte. Los días en los que puedes elegir tu ritmo y en los que te sientes realmente bien, son pocos y distantes entre sí. Estaba pensando en hace un año, cuando estaba en el hospital y me habían operado por primera vez. Y volver aquí y competir con lo mejor de lo mejor es solo un privilegio", explicaba Frodeno después de su victoria, que llega después de hacer lo propio en el IRONMAN de Andorra en julio y de acabar 4º tanto en el IRONMAN de Hamburgo en junio como en el Open de la PTO de Ibiza en mayo.

"Cuando Kristian me golpeó durante la natación, camino de la primera boya, dije: Amigo, puedes obtener el cambio generacional, pero el trono se quedará conmigo", sentenciaba el germano, encantado con el ambiente durante la competición.

“Es fantástico. Sabes que en Estados Unidos hay mucho más, es más grande, es mejor. Las multitudes y también la industria se unen aquí. Me perdí la apertura de la temporada aquí y es fantástico tener buenos días con amigos, especialmente cuando has tenido una larga sequía. Ha pasado mucho tiempo y, para muchas personas, brindar tanto apoyo durante tanto tiempo y poder devolvérselo con un victoria es realmente gratificante. Cuando la oportunidad se presenta, te das cuenta de que solo tienes unos pocos disparos, así que es mejor que aproveches las pocas balas que te quedan”, concluía 'Frodo'.

En la segunda transición, no obstante, la situación de carrera se antojaba ideal para Blummenfelt, en teoría el más fuerte a pie ante el propio Frodeno, Margirier o Ditlev, sus tres compañeros de viaje antes de comenzar los últimos y definitivos 18 km del último segmento.

Sin embargo, en cuanto el 'toro' noruego desmontó de su bici de crono, reaparecieron los 'viejos fantasmas', un 'enemigo' que ya se le presentó el año pasado en el Open de Canadá. Entonces le privó de la victoria, que fue a parar a su compatriota Gustav Iden. Este viernes, en Milwaukee, los dichosos calambres le apartaron de nuevo de la batalla por el triunfo...

“Perder la batalla contra Jan, duele un poco. Después de 60 km en la bicicleta, cuando estaba esperando a que Magnus se fuera, pensé: Sí, lo tengo hecho... Pero de repente se me escapó", confesaba el 'toro' noruego, superado por West en los últimos metros.

El estadounidense firmó la mejor actuación de su vida para terminar solo 27 segundos por detrás de Frodeno y diez por delante de Blummenfelt. Una épica remontada, con el tramo a pie más rápido de la historia de las pruebas PTO (56:22, es decir, cinco minutos mejor que el parcial de Frodeno), para sobreponerse a los problemas mecánicos con su acople que le hicieron perder un tiempo precioso.

“Lo importante es no rendirse nunca, sin importar lo que estés haciendo. Con una vuelta y media para el final, sentí que la vida me abandonaba. Estaba mirando dentro de mi alma y no me quedaba nada. Mi objetivo para la carrera era hacer alrededor de 55:30 y no lo logré. Así que estoy un poco decepcionado porque tuve que gastar mucho en la bicicleta para meterme otra vez en carrera. Entonces, ya sabes, puedes ser negativo o puedes decir: Mierda, mira lo que acabo de hacer”, comentaba por su parte West, orgulloso de su plata en el Open de Estados Unidos.