A Patrick Lange la pandemia del coronavirus le ha pillado en su domicilio de Salzburgo, en Austria. Allí, el triatleta alemán, de 33 años, entrena entre 3 y 4 horas al día, duerme 8 y, dadas las circunstancias, se concede algún capricho como comer chocolate con más frecuencia de la que se permitiría si estuviera preparando una gran competición.
Realiza sus sesiones de carrera a pie y de bici en el exterior. Eso sí, las piscinas están cerradas y no está pudiendo nadar.
"A pesar de la crisis del coronavirus, estoy de buen humor. Nos hemos adaptado a la nueva situción He definido nuevas metas y me concentro en las cosas que dependen de mí. Me da una sensación de seguridad. En estos momentos, en los que recibes una lluvia de malas noticias todos los días y tus hábitos están completamente al revés, esta 'familiaridad' es importante", explica el bicampeón del mundo IRONMAN (2017 y 2018) en una entrevista en beatyesterday.
"Junto con mi técnico Björn Geesmann, adapté mi entrenamiento a las condiciones actuales. No puedo nadar, así que hago más gomas y entrenamiento de fuerza. También redujimos la intensidad de las sesiones. Prefiero entrenar lo básico. Además, definitivamente he descubierto el ciclismo indoor con plataformas virtuales como Zwift y Rouvy. Seguiré usándolas en el futuro", aclara Lange, que se impuso recientemente en la primera carrera virtual de IRONMAN.
"Echo en falta el contacto personal con amigos, familiares y compañeros de entrenamiento. No es fácil. Trato de verlo positivamente. Por ejemplo, estoy agradecido de poder pasar aún más tiempo con mi esposa Julia. Pero tengo muchas ganas de salir con mis compañeros de entrenamiento y pasar tiempo libre con amigos. Echo de menos la alegría con la que normalmente podemos vivir nuestras vidas. Durante este tiempo, uno se vuelve aún más consciente de que esto realmente no es una cuestión de rutina", comenta el triatleta germano, que en la pasada edición del Mundial de Kona tuvo que abandonar durante el segmento de ciclismo.
Respecto a la alimentación, no se complica: "No tengo un plan nutricional. Llevo una dieta equilibrada y saludable. Julia cocina productos frescos todos los días. Me dejo guiar por la sensación del cuerpo. Tengo hambre, como", bromea Patrick Lange, que lanza un consejo para sobrellevar esta delicada situación.
"Trata activamente con tus propios pensamientos y sentimientos. Ya sé que no es fácil. Por lo tanto, no debes tener miedo de llamar a un especialista", asegura Lange, que desde hace unos meses trabaja con un psicólogo.