Está claro que a Richard Murray le gusta probar cosas nuevas y afrontar desafíos más allá del triatlón puro y duro.
Así, el sudafricano, estrella consagrada de las Series Mundiales de Triatlón de la ITU –acabó 7º en el Campeonato del Mundo de Hamburgo del pasado mes de septiembre–, ha aprovechado este 2020, marcado por la pandemia del coronavirus, para intentar rebajar su mejor marca personal en el 5.000, el 3.000 o la milla en fatiga.
El pasado fin de semana, además, competía en un swimrun en Ciudad del Cabo (Sudáfrica), donde terminó 2º, en una prueba de lo más entretenida, como nos muestra el siguiente vídeo...
Y este mismo miércoles, de nuevo acompañado por su esposa y también figura de las Series Mundiales, la neerlandesa Rachel Klamer, el bueno de Richard, de 31 años, ha participado en la denominada Red Bull Dune Dusters, una carrera a pie de 12,5 kilómetros que transcurre por las míticas dunas de arena blanca de Atlantis, una localidad a 40 km de Ciudad del Cabo.
Esta vez, Murray se ha hecho con la victoria, la primera de este 2020 al que le quedan pocos días. Y la ha conseguido corriendo descalzo, una alternativa aconsejable a la que recurren la mayoría de participantes por razones obvias.
"Ha sido el siguiente nivel épico. Primera victoria del año. Y fue una batalla descalzo de 2 vueltas de 6,2 km. ¡Manejar un ritmo de 5:00/km en los últimos 6,2 km sobre arena blanda fue muy duro! Muy emocionado de llevarme la victoria después de un año salvaje", explicaba en las redes sociales.
Además, hemos asistido a un "épico" y curioso desenlace: un esprint entre Richard y Rachel –como decimos, marido y mujer; y ambos, atletas patrocinados por Red Bull– en los metros finales, intentando superar la última duna para llevarse el honor de entrar primer@ en meta. Porque los hombres habían salido más tarde que las mujeres y, por tanto, ambos se llevaron sendos triunfos en sus respectivas categorías. En el caso de Rachel, con zapatillas.
"Vi a Richard persiguiéndome (los hombres comenzaron más tarde). Le animé, pensé que podríamos terminar juntos, pero cambié de opinión. Los últimos 100 metros fueron épicos. Nunca "había corrido" mientras subía / gateaba hasta la línea de meta", bromeaba Rachel, que publicaba el correspondiente vídeo para dar fe de sus palabras...