La temporada 2023 comenzó de manera esperanzadora para Lionel Sanders. El triatleta canadiense, de 35 años, se estrenó con muy buena nota en la prueba de la Super League Triathlon que se disputó en Montreal a principios de marzo.
Aunque la competición consistía en tres etapas de 200 metros de natación en piscina olímpica, 4 km de bici en el rodillo y 1 km de carrera en cinta de correr curva, su presencia era uno de los grandes alicientes. Especialista de larga distancia, subcampeón del mundo IRONMAN en kona en 2017 y el año pasado en St. George, Sanders se ha pasado muchas horas en su particular 'cueva del dolor', es decir, entrenando bajo techo: nadando en la piscina con sistema de contracorriente, realizando las sesiones de bici en el rodillo y corriendo en la cinta de correr.
Fiel a su estilo, Lionel aportó espectáculo, récord incluido en el sector de bici de la segunda etapa (más de seis vatios por kg), que supuso el momento álgido de la noche. Al final, terminó sexto en la general, a solo 38 segundos del ganador, el estadounidense Chase McQueen.
Sin embargo, pocos días después, en el Clash Miami, sufrió una dura caída en el segmento de ciclismo. No se rompió ningún hueso, pero la convalecencia va a durar más de lo esperado. De hecho, ya se perdió el IRONMAN 70.3 de Oceanside que tuvo lugar el pasado fin de semana y tampoco estará en el Open de Europa de la PTO (Organización de Triatletas Profesionales) de Ibiza del próximo 6 de mayo, donde sí han confirmado su presencia Jan Frodeno, Kristian Blummenfelt o Alistair Brownlee.
Por el contrario, Sanders daba un paso a un lado porque no se siente competitivo, según explicaba recientemente en un vídeo publicado en su canal de Youtube.
“No quiero ir a Ibiza porque no me siento preparado. Necesito llevar mi natación a un nivel superior. Me interesa competir cuando soy competitivo. Todavía no siento que sea competitivo. Necesito pasar este año como un año de desarrollo. Si no mejoro un poco la natación, diría que mi carrera ha terminado”, explicaba Sanders, que ocupa el 5º puesto del ranking mundial de la PTO y que volverá a ponerse un dorsal precisamente el mismo día que se disputa el evento de Ibiza, el 6 de mayo, pero lo hará en el IRONMAN 70.3 de St. George, carrera que ha ganado en tres ocasiones (2016, 2018 y 2021) y que quiere volver a conquistar recurriendo a su vieja fórmula, la que en el pasado le hizo llegar a ser segundo en Hawaii hace seis años: el entrenamiento indoor.
“Tu estado físico aumenta hasta mediados de mayo, luego, cuando suben las temperaturas, no tienes ni idea de dónde está tu estado físico. Este año volveré a mis raíces: solía pasar mucho tiempo entrenando en interiores.
El año pasado, muchos de nosotros tratamos de entrenar aquí, en Tucson, antes del Open de Dallas de la PTO y del Mundial de Kona. Y puedes comprobar que todos los que entrenamos en Tucson, que es extremadamente caluroso y extremadamente duro, lo hicieron horrible en Kona. No creo que sea una coincidencia. Creo que todos nos destruimos a nosotros mismos. Sufrimos una profunda fatiga por entrenar demasiado en condiciones de calor extremos”, explica Sanders en el último vídeo que ha subido a Youtube...