Efectivamente, como ya dijimos el pasado mes de noviembre, cuando Kristian Blummenfelt paró el crono en Cozumel (México) en 7h21, ha comenzado una nueva era en el mundo del triatlón, y más concretamente en la distancia IRONMAN.
Hoy por hoy, el ‘toro’ no parece tener rival. Así ha quedado demostrado este sábado, en el Campeonato del Mundo IRONMAN que se ha disputado en St. George (Utah, EE.UU.), el primero de la historia que no tiene lugar en Hawaii. Allí regresará el evento en octubre, con el triatleta noruego, de 28 años, como campeón y como favorito indiscutible, aunque ya estén en la línea de salida Frodeno, Lange, Noya, Alistair Brownlee o Gustav Iden, ausentes en St. George, que habrán tomado buena nota de la enésima exhibición de ‘Big Blu’.
“Sólo tengo que estar tranquilo y mantener mis números para no explotar”, le comentaba a Alejandro Santamaría en las horas previas Kristian, quien, según su entrenador Olav Aleksander Bu, no llegaba al cien por cien por un resfriado que pasó unos días antes, y que había dejado alguna duda tras un "día horrible" en el IRONMAN 70.3 de Dubai a principios de temporada.
Era, pues, cuestión de "números", de medir los esfuerzos. Así, Blummenfelt no salió del agua en el grupo de cabeza. Ni falta que le hizo. Cubrió los primeros 3.800 metros de natación en 49:40 –el 8º mejor parcial– según el cronometraje oficial, a dos minutos del francés Sam Laidlow, cabeza de carrera en la primera transición. Su dispositivo registró, según podemos ver en su cuenta de Strava, 3.859 metros en 51:15, es decir, a un ritmo medio de 1:19/100. "Me he sentido algo débil en la natación", le confesaba a Alejandro Santamaría después de la prueba.
En el duro segmento de ciclismo (con 2.300 metros de desnivel) también dejó hacer al quinteto que se formó al frente de la prueba, con Laidlow, los neozelandeses Kyle Smith y Braden Currie, el alemán Florian Angert y el danés Daniel Baekkegard. Blummenfelt se instalaba a la expectativa en el trío perseguidor, del que tiraba el australiano y ciclista del INEOS Cameron Wurf –5º en Kona en 2019– y en el que también estaba Lionel Sanders, subcampeón del mundo en 2017.
Completó los 180 km en 4h20, a una media por encima de los 41 km/h. El cronometraje oficial le otorga el 10º mejor parcial.
En este apartado, el triatleta noruego no ha subido los datos de potencia.
En el maratón, sin embargo, con más de 400 metros de desnivel, no tuvo rival. Corrió los 42 kilómetros en 2:39:48, a una media de 3:45/km. El que más cerca estuvo fue Lionel Sanders, por encima de 2h42.
Desde las primeras zancadas fue superando adversarios hasta que en el kilómetro 30 llegó a la altura de Braden Currie, que se limitó a contemplar cómo el 'toro noruego' se encaminaba hacia la gloria.
