Blummenfelt: de vomitar en el agua mientras calentaba... a ganar el Mundial IRONMAN

No todo fue coser y cantar para el 'toro noruego' en St. George. Pasó momentos malos incluso antes de empezar que ha relatado en su última entrevista.

Blummenfelt, de vomitar en el agua mientras calentaba... a ganar el Mundial IRONMAN
Blummenfelt, de vomitar en el agua mientras calentaba... a ganar el Mundial IRONMAN

"Me he sentido algo débil en la natación", le confesaba Kristian Blummenfelt a Alejandro Santamaría pocos minutos después de proclamarse campeón del mundo IRONMAN hace una semana en St. George

“Estaba parado en la línea de salida, teníamos cinco minutos para calentar y después de dos minutos comencé a vomitar porque mi garganta estaba muy mal e irritada. Hice una natación muy floja, perdiendo dos minutos", aclara en la entrevista que ha concedido a Rich Roll, confirmando lo que ya sabíamos, que el gran favorito llegaba renqueante por un resfriado... que sí dejó fuera de combate a Gustan Iden pero que no pudo con el 'toro noruego', quien una vez más hizo honor a su apodo.

Aunque pudo engancharse al "tren de Cameron Wurf", esos dos minutos de desventaja se convirtieron en más de cuatro en la segunda transición.

'No se acaba hasta que se acaba'

“Traté de recuperar terreno, pero perdí tiempo en los primeros 40-50 km en la bicicleta, pasé de 2:30 a 3:30 y luego tenía a Cam Wurf detrás de mí, como 40 segundos atrás. Así que pensé: Está bien, me volveré a concentrar con los muchachos de atrás y le daré una última oportunidad a la carrera.

Era casi como si me estuviera rindiendo, pero también traté de pensar: 'No se acaba hasta que se acaba', el lema de IRONMAN. Solo concéntrate en hacer bien la nutrición, ingerir muchos líquidos y carbohidratos para estar preparado para el medio maratón final”, explica el triatleta de Bergen, de 28 años, campeón olímpico y del mundo en 2021 y recordman IRONMAN tras completar el de Cozumel el pasado mes de noviembre en 7h21.

"Empecé a visualizar la victoria"

En la carrera a pie terminó de reencontrarse y comenzó su remontada hacia la gloria. Completó el maratón en 2h38, corriendo a 3:45/km. 

“No estaba seguro de cómo irían mis piernas en la carrera a pie, ya que me sentía bastante cansado de la bici, después de las dos grandes subidas. Pero pensaba: Si salgo a correr en mis límites, al menos lo intentaré. Al menos correr por un podio porque de ninguna manera esos cinco triatletas que van por delante aguantarán todo el maratón. Esperaba que algunos de ellos explotaran.

Entonces, al principio solo corría por un podio, creo que durante los primeros 10 km corría a la misma velocidad que Braden Currie. Sabía que podía ser un buen corredor y que tal vez no podría alcanzarlo, pero luego, de repente, recuperé dos minutos de esos cuatro minutos y medio con la mitad del maratón aún por hacer.

Ese fue el momento en que pensé que realmente podría comenzar a ganar. Empecé a visualizar la victoria. Me concentré en seguir nutriéndome e hidratándome correctamente y tomando tanto líquido como pudiera en los puestos de avituallamiento solo para mantenerme fresco", asegura Blummenfelt, que en Cozumel también tuvo que superar un problema estomacal y que ya piensa en el que será su tercer IRONMAN, el Mundial de octubre de Kona, donde espera tener una jornada sin ningún contratiempo. “Espero que a la tercera Hawaii tenga suerte. ¡Ésa sería mi carrera!”.