A pesar de la cuarentena, Lucy Charles, tres veces subcampeona del mundo IRONMAN (2017, 2018 y 2019), no para. La hemos visto junto a su marido, Reece Barclay, también triatleta PRO de larga distancia, practicando rutinas de fuerza específica para cada segmento (natación y ciclismo), priorizando el trabajo de core, con la gentileza añadida de subir sendos vídeos a su canal de Youtube para que todo el mundo pueda ejecutarlas en casa.
También ha lanzado su particular desafío en las redes sociales. Lo ha denominado 'Red Bull Challenge' (hay que recordar que Red Bull es patrocinador de Lucy Charles) y consiste en hacer 10 flexiones de brazos apoyando las manos y un pie sobre tres latas de refresco.
Sin embargo, Lucy Charles está haciendo todo esto sin salir de su domicilio, ubicado en una zona bastante concurrida cerca de Londres, al lado de la casa de sus suegros. Por este motivo, está totalmente adaptada al entrenamiento 'indoor'. De hecho, cuando está en casa, su preparación se desarrolla prácticamente bajo techo. Sólo se ejercita en el exterior en las concentraciones que lleva a cabo, por ejemplo, en Lanzarote.
"Cuando empecé en el triatlón en 2013, gran parte de mi entrenamiento fue en interiores, porque era más conveniente y ahorraba tiempo. Hacía spinning, nadaba en una piscina cubierta y corría en la cinta. No tenía mucha experiencia en la bicicleta en aquel entonces y usaba una estática por razones de seguridad", explica en redbull.com la subcampeona del mundo IRONMAN (2017, 2018 y 2019)
"Tengo la suerte de tener un excelente gimnasio en la casa de los padres de mi esposo Reece. Aquí es donde inicialmente pusimos un negocio de entrenamiento personal, pero se ha convertido en nuestra 'cueva de dolor'. Pasamos mucho tiempo entrenando solos.
El padre de Reece era boxeador profesional y todavía tiene el ring de boxeo en el medio. Hemos ido instalando, poco a poco, los rodillos, máquinas para hacer entrenamiento cardiovascular, pesas y máquinas de gimnasio. Hay piscina, baño y ducha", asegura Lucy Charles, de 26 años.

"Tengo mucha suerte de tener una piscina Endless Pool. Funciona como una cinta de correr para nadar. Reece y yo cavamos el pozo para que entrara. Replica la natación en aguas abiertas mucho mejor que si estuvieras en una piscina porque tienes una corriente turbulenta que viene hacia ti.
Normalmente hago sesiones de 60 a 90 minutos. La configuro a un ritmo establecido de 1'15"/100. Cuando hago series más cortas, incremento el ritmo. Con frecuencia hago un bloque de 10 minutos a 1'15"/100; luego, un bloque de 8 minutos a 1'/14"/100, etc. Lo más rápido es 1'01"/100m, por lo que generalmente intento hacer un minuto a ese ritmo, ¡puede ser bastante difícil aguantar! A medida que las repeticiones se acortan, el tiempo se acelera y el ritmo se vuelve más difícil", aclara la triatleta británica, que también cuenta con un ergómetro de natación.
"Es como una máquina de remo, pero reproduce la natación. Es una excelente manera de trabajar en seco la fuerza-resistencia específica de natación, así como a nivel cardiovascular. A veces hago una sesión continua de una hora, con series. También lo uso para calentar antes de una sesión de fuerza del tren superior", afirma Lucy Charles, que, por supuesto, cuenta con un rodillo y la correspondiente plataforma virtual.

"Reece y yo tenemos nuestras bicicletas una al lado de la otra, con dos televisores en frente para poder entrenar con Zwift. Mi objetivo es alcanzar el nivel 50, que es el nivel más alto. Estoy en el nivel 43, ¡así que estoy llegando!
Cuando estoy con la preparación específica para Kona, hago sesiones de hasta seis horas. Estos entrenos son los más duros mentalmente. Pero también hago sesiones más cortas, de una hora de duración. Son mucho más intensas, con series muy exigentes", explica la vigente campeona del Challenge The Championship y del IRONMAN de Sudáfrica, que también pone especial énfasis en el trabajo de fuerza.
"Tenemos todo lo que puedas imaginar para el entrenamiento con pesas. Puedo hacer sentadillas y peso muerto hasta con 80 kg, pero solo hago de tres a cinco repeticiones con este peso", aclara.

"Vivo cerca de un bosque increíble, así que cuando puedo salir, me gusta correr fuera. Pero la mayor parte de mi entrenamiento de carrera también es bajo techo. Antes del Mundial IRONMAN, puedo llegar hasta los 36 km en la cinta.

Es psicológicamente más difícil correr en la cinta, pero eso puede convertirse en una ventaja durante una carrera porque te sientes mentalmente más fuerte y mejor preparado para manejar a un IRONMAN. Solemos dejar la puerta abierta, para ver el exterior, y tener a Reece allí también me hace sentir que no estoy totalmente aislada. Aprecio mucho más correr o pasear al aire libre con otras personas después de haber realizado la mayor parte de mi entrenamiento dentro de casa", concluye la vigente subcampeona del mundo IRONMAN.