Los alimentos que nos ayudan a aumentar la energía no son milagrosos, pero aportan minerales y vitaminas que intervienen en el metabolismo o en la oxigenación, y ayudan a la recuperación muscular, aquí tienes algunos:
1. Mejillones, berberechos, almejas, ostras, navajas...
Los bivalvos (moluscos con dos conchas) son alimentos bajos en grasas, ricos en proteínas y especialmente ricos en hierro, el mineral que más se desgasta en los entrenos intensos porque es parte del grupo hemo, el que se une al oxígeno dentro de los glóbulos rojos.
2. Huevos
Son una buena fuente de energía, proteínas de alta calidad biológica, minerales y vitaminas, especialmente las del grupo B, y en particular la B12, que previene un tipo de anemia perniciosa y mejora el estado del sistema nervioso.
3. Patatas cocidas
Las patatas de cultivo biológico se pueden comer con piel sin problemas, y si no, lávalas bien con un cepillo antes de cocinar. Si te gusta la tortilla de patatas, prueba a cuajar el huevo batido con patatas cocidas, así aligeras las calorías al evitar la fritura; y no te pierdas esta receta 'triatlética': patatas al horno con requesón, pimentón, aceite de oliva y perejil.
4. Brócoli y verduras similares
La familia de las crucíferas –coles de Bruselas, brócoli, coliflor, berros, mostazas, etc.– son ricas en fibra, minerales y ácido fólico, una vitamina necesaria para la regeneración celular y que disminuye la fatiga.
5. Chocolate amargo
Dos onzas de chocolate con 85% de cacao cada día, reducen el dolor y aumentan la energía en personas con el Síndrome de Fatiga Crónica. Y lo que es mejor: está demostrado que el chocolate no engorda. Actúa sobre el neurotransmisor serotonina, que se encarga de regular los pensamientos positivos, aumentar la sensación de vitalidad y controlar el sueño.