Ya el comienzo promete: "Definitivamente puedo decirte que la presión es un privilegio. Trabajar duro por lograr tu objetivo, algo por lo que he luchado mucho y algo que amo. Siempre he necesitado la presión... Estoy en un punto de mi carrera en el que lo hago por el desafío, lo hago por los nervios antes de la carrera y por los lugares profundos en los que, con toda seguridad, vas a estar durante la carrera...".
Así arranca el reportaje THE GREATEST OF ALL TIME: Jan Frodeno que ha publicado la PTO (Organización de Triatletas Profesionales) y que todos los triatletas deberíamos ver (lo tienes más abajo).
Frodeno habla con franqueza sobre su manera de entender el triatlón a estas alturas de su vida, cuando se acerca a los 41 años, sobre lo que le impulsa a ser el G.O.A.T. (THE GREATEST OF ALL TIME –el más grande de todos los tiempos–), así como sus sentimientos sobre el final de su carrera deportiva.
"En la competicion, hay un punto en el que estás contigo mismo y tomas una decisión, y esa decisión es si sigues y aguantas un poco más o si retrocedes, lo que equivale a darse por vencido. Es un precio que tengo que pagar durante meses. También en los entrenamientos. Si me rindo, suelo ser bastante duro conmigo mismo. Es algo que me lleva mucho tiempo digerir, y lo sé: no es bueno, sé que no sirve de nada. Siempre lo comparo con estar en la sauna. Quieres salir pero la puerta está cerrada. Es muy incómodo. Estás en ese punto, estás tomando esa decisión, no hay nada más en tu mente, no te preocupas por nadie, por los demás. Es tan puro", confiesa el tricampeón campeón del mundo IRONMAN (2015, 2016 y 2019), que en este 2022 defiende título, en mayo en St. George y en octubre en Kona, ante la nueva hornada de triatletas que han elevado el nivel de nuestro deporte hasta cotas inimaginables: Kristian Blummenfelt, Gustav Iden, Sam Long...
"Tuve la suerte, justo después de los Juegos Olímpicos de 2008 (en aquella cita olímpica, en Pekín, Frodeno conquistó el oro), de aprender de algunas personas que son mucho más inteligentes y mucho más experimentadas que yo, que me enseñaron que si invitas a todo el mundo cuando el ascensor sube, no puedes pedirles que se vayan cuando el
el ascensor baja. He visto los puntos bajos del deporte, ya sabes, y tuve suerte de tener un círculo de amigos realmente buenos y sólidos alrededor. No sé cuántas veces me regalaron la colección completa en DVD de Rocky, porque pensaban que necesitaba verla", asegura 'Frodo'.
"Tengo que hacer deporte para sentirme bien conmigo mismo, para sentirme bien. La consecuencia de no hacer deporte para mí es que entro, no diría en un lugar oscuro, pero sí como en una especie de nube gris", añade el triatleta germano, que también recuerda el episodio que cambió su visión de la vida en enero de 2018:
"Un camionero estuvo a punto de asesinarme. Pensaba que no valía ni el aire que respiraba porque, ni siquiera quiero decirlo a cámara, no aprobaba mi ropa de lycra. Tuve que lidiar con eso durante bastante tiempo porque me di cuenta de que te pueden atropellar en cualquier momento, de que la vida puede terminar en cualquier momento, puede terminar mañana. Realmente puede ser así de rápido. Me pregunté por qué temía este momento y qué más quiero hacer. Cambié mi actitud ante la vida y en mis relaciones en general, cómo trato con la gente. Me di cuenta de que he tenido momentos increíbles. Lo único que temo en esta etapa es que si todo terminara mañana, querría que mis hijos lo recordaran".
Y añade: "Lo deja aún más claro que cada vez que hago Kona, porque podría ser el último Kona y por eso me importa tanto. Es por eso que no me rendiré hasta que no tenga claro que estoy listo, que está todo hecho. En cada sesión de entrenamiento mi actitud es tan solo ser feliz, ya sabes, al final de cada día. Creo que lo que ofrece el triatlón a todo el mundo es la libertad. Te obliga a comprometerte. No puedes engañarte. Obtienes mucho a cambio de lo que pones, pero tienes que ponerlo. Y eso es algo que te hace ser honesto y realmente te permite vivir esa libertad. Supongo que mi mayor logro es seguir aquí después de tantos años. Y espero mantener el fuego dentro de mí. Pero sé que llegará el momento... Vendrá un día en que me despertaré y sé que se habrá ido. Será un momento aterrador... solo para volver a encender el fuego y encontrar otras cosas, otros proyectos... No puedo hacer esto hasta que tenga 50 años. Realmente he llegado a apreciar el proceso de mejorar. Y creo que una vez que disfrutas eso, la excelencia es el resultado...
Lo dicho: para verlo... varias veces...