Este sábado, Gustavo Rodríguez ha vuelto a sus orígenes. El tudense ha competido en la primera edición de la Xacobeo 2021, una prueba de ciclismo en ruta para corredores Élite y Sub23. Han sido 145 kilómetros de recorrido, a una media de 42,5 km/h, con seis dificultades montañosas y un desnivel acumulado superior a los 2.000 metros, por las comarcas del Val Miñor y del Baixo Miño, en Galicia, donde Gustavo ha recordado sus tiempos como ciclista profesional. Fueron cinco temporadas al más alto nivel, años en los que trabajó sin descanso para sus jefes de filas, además de ser uno de los ciclistas más combativos del pelotón.
"Ayer, después de muchos años sin competir en una carrera de ciclismo en ruta, tocaba volver a colocarse el dorsal. Iba con una mezcla de respeto y miedo. La simple idea de haber perdido el feeling y la vision de carrera necesaria para ser competitivo y vivir una mala experiencia en lo que ha sido una parte muy importante y especial durante muchos años en mi vida me daba bastante respeto", explicaba en las redes sociales el triatleta, de 40 años, que tenía previsto estar el próximo 15 de agosto en la línea de salida del Embrunman, finalmente suspendido por la crisis del coronavirus.
A pesar de ello, Gustavo, que corrió con el equipo Louriña, no pasó desapercibido, ni mucho menos. En la primera parte de la prueba se escapó junto a Arnau Riba (Telcom) para rodar 70 km fugados. Y aprovechó esta escapada para anotarse el primer Premio Especial de la Xacobeo 2021.
Una vez neutralizados, Gustavo aguantó en el grupo delantero de algo más de veinte corredores que terminó disputándose la victoria al esprint. Entró en meta en el puesto 18º, con el mismo tiempo que el ganador y con estas sensaciones:
"La adrenalina de rodar a toda h... en el pelotón peleando por no perder la colocación mientras esperas el mejor momento para arrancar...
El sabor a sangre en la boca de cuando te llevan por encima de tus posibilidades y solo te queda aguantar pensando: '¡Joder! Esto tiene que parar en algún momento'...
La extraña sensación de bajar a toda h... rodando como en una moto GP, pero a la vez, sintiendo que todo va controlado... como si la bicicleta fuese rodando por el carril de una montaña rusa...
Sufrir buscando el único consuelo que nos queda en ese momento: 'Por favor, que los que van tirando vayan por lo menos tan jodidos como yo'... Y en ese momento ver cómo alguien arranca y solo poder pensar: 'No puede ser... ese c... que gas lleva'...
En definitiva, fin de semana disfrutando como un enano con la bici y sintiendo ese puntito de nostalgia que nos hace pensar que tiempos pasados siempre fueron mejores... Sinceramente, camino a casa solo podía pensar que ojalá existiera la manera de darle la vuelta a este reloj de arena que es la vida, para que me pudiesen quedar otros 20 años por delante para disfrutar de estas cosas.
Pero, qué c..., siendo realista, solo puedo estar agradecido de haber tenido la fortuna de poder haber vivido todos los momentos que el deporte me ha regalado y de conocer a toda esa gente con la que he compartido estos momentos, mezcla agonía y satisfacción, que solo los que hemos practicado ésto comprendemos"...