La Ryder Cup del triatlón ya tiene capitanes

La Collins Cup de triatlón enfrentará a tres equipos: Estados Unidos, Europa y el “internacional" o “resto del mundo".

La Ryder Cup del triatlón ya tiene capitanes
La Ryder Cup del triatlón ya tiene capitanes

La Super League en Hamilton (Australia) la apuesta de la ITU por los relevos mixtos y otros formatos más cortos, como en la última Copa del Mundo de Chengdu (China), cuya final fue un triatlón súper sprint… y ahora, la Collins Cup.

A medida que van pasando los meses, se van conociendo más detalles de esta competición, que está programada para junio de 2018. El lugar de celebración y algunos detalles más se anunciarán en agosto, según ha informado Charles Adamo, Director Ejecutivo de la Organización de Triatletas Profesionales. 

De momento, esta semana se han hecho públicos los nombres de algunos de los capitanes que seleccionarán a los triatletas para cada uno de los equipos.

Los canadienses Simon Whitfield, campeón olímpico en 2000 y plata en 2008, y Lisa Bentley, con 11 victorias Ironman a sus espaldas, se unen al australiano Craig Alexander, tres veces campeón del mundo Ironman, y Erin Baker, de Nueva Zelanda, que ganó 104 de las 121 carreras en las que participó, como capitanes del equipo "internacional".

Los capitanes estadounidenses serán Dave Scott, seis veces campeón del mundo Ironman, y Karen Smyers, campeona olímpica y también campeona del mundo Ironman.

Y los capitanes europeos también están designados: Chrissie Wellington, ganadora en Kona hasta en cuatro ocasiones, y Normann Stadler, otras dos veces campeón del mundo en Hawaii.

Cada conjunto estará formado por 12 triatletas, seis mujeres y seis hombres, que competirán en carreras individuales, de tres en tres. Sumarán más o menos puntos según la posición que consigan y puntos extra por el tiempo de diferencia que puedan sacar.

Ocho miembros de cada equipo serán elegidos de acuerdo a las clasificaciones de los distintos rankings mundiales. Los capitanes se encargarán de seleccionar a los cuatro restantes hasta completar los 12.

Dicen sus creadores que, con la Collins Cup, el triatlón se convertirá en el último deporte en modificar su formato de competición para ser más espectacular, que tenga más acción, conectarse mejor con los aficionados y, lo más importante, tratar de atraer a las cadenas de televisión necesarias para hacerlo crecer.

“El problema del triatlón actual es que todos estamos enamorados de él, pero es muy aburrido”, dice Bentley, capitana del equipo "internacional".

La distancia total que tendrán que recorrer será de 100 millas, es decir, 161 kilómetros: 3.000 metros de natación, 134 kilómetros de ciclismo y 24 de carrera a pie.

Se ha elegido un formato más cercano a la media distancia para que todos los triatletas, tanto los especialistas de corta como los de larga, sean competitivos y tengan las mismas posibilidades.

Sin ir más lejos, Alistair Brownlee está demostrando, con sus recientes victorias en el Challenge Mogán de Gran Canaria y en el Ironman 70.3 de St. George, que puede rendir al máximo nivel en una distancia que, a priori, no es la suya.

Bentley ya está pensando en cómo podrían funcionar los duelos individuales y quién se enfrentaría, por ejemplo, contra Brownlee o Jan Frodeno. "¿Apostamos por una de nuestras mejores bazas contra ellos o ponemos al triatleta con menos posibilidades?", ha señalado, anticipando que serán carreras muy emocionantes en las que la estrategia de equipo tendrá una importancia capital.

En el segmento de ciclismo, los triatletas y sus respectivos capitanes de equipo estarán interconectados por pinganillo para poder recibir y transmitir órdenes.

La iniciativa de la Collins Cup responde a una tendencia que ya ha llegado a otros deportes. Así, en el atletismo se ha lanzado Nitro Athletics, respaldado por Usain Bolt, que se celebró en febrero en Australia. Se trata de un formato también por equipos que van acumulando puntos, con atletas masculinos y femeninos mezclados.