Según el diccionario de la RAE, una odisea es un "viaje largo, en el que abundan las aventuras adversas y favorables al viajero"... En este caso, el "viajero" Pablo Dapena sólo ha tenido "aventuras adversas". Y no es la primera vez...
El triatleta gallego acabó 2º el pasado domingo en el Ironman 70.3 de Buenos Aires, en Argentina, después de hacer una gran carrera que le otorga el billete para el Mundial de 2020 en Taupo (Nueva Zelanda). Hasta ahí, todo bien. La idea de Pablo era cerrar la temporada el próximo domingo en el Challenge de Ciudad del Cabo, en Sudáfrica. Fue entonces cuando llegaron los problemas y comenzó su particular odisea... Dejamos que sea el mismo protagonista el que narre su aventura en primera persona:
"Perdón a todos por no estar muy activo estos días en redes sociales, pero lo que no me pase a mí en los aeropuertos no le pasa a nadie. Después de la felicidad de haber quedado 2º en Buenos Aires, me iba con ganas a Sudáfrica y muy contento de volver a verme competitivo.
Mi vuelo a Ciudad del Cabo sería Buenos Aires - Sao Paulo - Johannesburgo - Ciudad del Cabo, pero ahí se quedó: en sería... Durante el check in me dicen que no puedo volar si no presento una cartilla conforme de que he estado vacunado de fiebre amarilla... Es decir, no tenía nada.
Ante esta imposibilidad de volar, empiezo a mirar opciones en el mostrador para volar a Ciudad del Cabo vía Madrid, pero mi tarjeta estaba bloqueada (aún no sé por qué; sólo hice un pago en una de las pizzerías más famosas de Buenos Aires). No le deseo a nadie estos momentos de desesperación donde no tienes nada, ni billete, ni dinero. Afortunadamente, compré un billete de Iberia para Madrid por internet y funcionó la tarjeta. Con avión para Madrid, el siguiente paso era buscar para ir a Ciudad del Cabo. Y encontré Madrid - Zúrich - Ciudad del Cabo.
No fue fácil, nada fácil, porque de aquella no sabía que la tarjeta estaba bloqueada. Muchas llamadas al banco, muchos fracasos para pillar los billetes, mucha desesperación y con ganas de volver a casa y mandar a tomar todo por...
Y al final todo se arregla y aquí estamos en Ciudad del Cabo cuatro años después de debutar en mi primera Serie Mundial (no vendrían muchas más tampoco), con más de 48 horas de viaje, estando en América del Sur, Europa y, ahora, Africa. Por cierto, las maletas y la bici no llegaron para darle un toquecito más a la aventura.
Ducha, recuperar el sueño perdido y empezar a moverme un poco son las prioridadea para estar el domingo en la línea de salida con garantías", ha relatado Pablo en las redes sociales.
