'El infierno del norte' acaba con tus piernas... y con tus manos

La dureza extrema de la París-Roubaix: así han terminado las manos del corredor británico del Groupama-FDJ Sam Watson.

Así ha terminado el corredor británico del Groupama FDJ Sam Watson.
Así ha terminado el corredor británico del Groupama FDJ Sam Watson.

Por algo la llaman el infierno del norte... La París-Roubaix, también denominada la clásica de las clásicas, es ciclismo en estado puro: agonía y épica a partes iguales... durante 257 kilómetros...

De esos 257, 55 son de pavé, repartidos en 29 tramos por los que los esforzados de la ruta transitan a 50 km/h (el ganador de la 120ª edición que se ha disputado este domingo, el neerlandés Mathieu Van der Poel, llegó a meta con una media superior a los 45 km/h).

Un adoquinado 'infernal' que deja huella en las piernas de los corredores: "Tantos baches que hasta orinar duele", dice el ciclista australiano del INEOS Cameron Wurf... Y también en sus manos. 

Sólo hay que ver cómo quedaron las del corredor británico del Groupama-FDJ Sam Watson, que terminó en el puesto 121º, a más de 20 minutos de Van der Poel: "Un domingo con mucho sufrimiento", confiesa en las redes sociales, con las imágenes que lo atestiguan...

Así ha terminado el corredor suizo del Groupama FDJ Sam Watson.
Así ha terminado el corredor suizo del Groupama FDJ Sam Watson.