Gwen Jorgensen, oro olímpico en Río 2016 y campeona del mundo en 2014 y 2015, se mantiene firme en su empeño por estar en los Juegos de París 2024 tras su fallida aventura en el atletismo.
Sus resultados de 2023 (conquistó cuatro carreras de Copa del Mundo) la sitúan en disposición de alcanzar una plaza para la gran cita del próximo verano, aunque no lo tendrá fácil. A día de hoy ocupa el puesto 40º del ranking y tiene hasta cinco compatriotas por delante.
El período de clasificación se cierra el 27 de mayo y la triatleta estadounidense, que en abril cumple 38 años, quiere hacer un último esfuerzo por ganarse un lugar en la selección de su país, con el aliciente de poder competir también en la prueba de los relevos mixtos. De hecho, fue esta modalidad la que le empujó a volver al triatlón la temporada pasada tras su retirada en 2016.
Gwen está entrenando muy duro, como se puede apreciar a través su canal de Youtube y sus publicaciones en redes sociales. Además, lleva meses trabajando con un psicólogo deportivo y ha detectado los errores que le impidieron cumplir sus objetivos como atleta en el prestigioso Bowerman Track Club, tal y como reconoce en una entrevista en TRI247.
“Una lección muy difícil de aprender para mí"
“Aprendí que hay lesiones además de las óseas, lo cual fue una lección muy difícil de aprender para mí. Aumenté mi kilometraje sin demasiado cuidado porque sabía que necesitaba correr más. Sin embargo, mis tendones no podían soportar la carga y sufrí muchas lesiones en el Aquiles...
También aprendí que, si entrenas demasiado, lo notarás negativamente en la competición. A menudo corría demasiado rápido, especialmente cuando estaba a una altitud superior a 2.400 metros. En retrospectiva, debería haber reducido el kilometraje y el ritmo en las sesiones fáciles y haber agregado algo más de entrenamiento cruzado", reconoce Jorgensen, que fue una destacada corredora universitaria antes de pasarse al triatlón.
"Corro sola para ir a mi ritmo"
“El año pasado hice pruebas de lactato para asegurarme de que mis ritmos no fueran demasiado rápidos y actualmente hago muchas de mis sesiones a pie sola para poder ir al rtimo que me toca...
Hay días fáciles en los que no paso de 5:30/km. En mi aventura atlética en Bowerman, a menudo sentía que iba demasiado lenta y me esforzaba por correr más rápido de lo que necesitaba para recuperarme", asegura Jorgensen.
"El proceso, por encima del resultado"
“Jamie, mi entrenador de triatlón, siempre me ha inculcado centrarse en el proceso por encima del resultado. Esta vez sigo centrada en el proceso, pero con más énfasis aún en el por qué. Esto me permite tener una perspectiva más amplia y me mantiene responsable y motivada cuando los resultados no son los que deseo...
Ahora, cuando mis resultados no han sido los que quería, nunca se me pasa por la cabeza 'dejar de fumar'. Sabía dónde estaba físicamente y sabía que estaba dominando mi por qué y el proceso que me conducirá a los resultados", concluye la estadounidense.