Jan Frodeno está sobrellevando el encierro en su domicilio de Girona de la mejor manera posible. Después del IRONMAN indoor que llevó a cabo el pasado 11 de abril para ayudar al personal sanitario en su lucha contra el coronavirus (lleva recaudados 220.000 euros), el triatleta germano ha vuelto a la rutina de los entrenamientos… sin salir de casa y ‘a medio gas’.
“He decidido, con mi entrenador, que lo importante es asegurarnos de que ‘mantenemos el motor abierto’... capaz de crecer. Realmente estamos tratando de establecer objetivos significativos, lograr algunos logros personales en un segmento más corto, como una contrarreloj en bici de una hora o una carrera de 5 km.
Hemos decidido fingir hasta agosto que es pretemporada. Trabajaremos en un bloque de bicicleta específico en particular y haremos una prueba antes de cada bloque, lo mismo para correr. Y reevaluaremos la situación en unos pocos meses.
Una temporada normal en la que estás superando los límites es muy exigente para el cuerpo. Pones a tu sistema inmunológico en riesgo al 100% todo el tiempo”, explica en 220triathlon.com el tricampeón del mundo IRONMAN (2015, 2016 Y 2019), que está realizando 25 horas de entrenamiento a la semana, cuando en circunstancias normales llega a las 35.
El Mundial de Kona sigue programado para el próximo 10 de octubre, pero ‘Frodo’ duda de que finalmente pueda disputarse.
“Es realmente difícil ver que siga adelante con las restricciones de viaje a nivel internacional que existen. Puedo ver, tal vez, algunas carreras o desafíos más pequeños dentro de un mismo continente, digamos una prueba europea. Me cuesta ver que en septiembre a miles de triatletas se les permita volar a Kona”, aclara el campeón olímpico de 2008, que también da su particular visión sobre el Mundial IRONMAN 70.3, que en 2020 tiene que celebrarse en Nueva Zelanda en el mes de noviembre.
“En Nueva Zelanda se están planteando establecer, durante un período de 12 meses, un auto-confinamiento obligatorio durante dos semanas. El Mundial 70.3 es allí en noviembre. Viajar y luego quedarte en un hotel durante dos semanas... mejor quedarte en casa”, confirma.
Frodeno, además, se ha referido a la "tensa relación" que mantiene desde hace muchos años con Alistair Brownlee, doble campeón olímpico, y que vivió su último episodio en la meta de Kona, el pasado mes de octubre. Frodeno estaba siendo entrevistado ya como ganador y Brownlee, que acabó 21º, le propinó un pequeño empujón con el hombro cuando pasaba a su lado. “Es un chico joven y tiene mucho tiempo. Tiene esta oportunidad de ir a los Juegos Olímpicos. Su enfoque realmente me sorprendió, fue muy inteligente en cómo construyó su entrenamiento y lo estructuró. La experiencia que tuvo en Hawaii le ha dejado, a alguien como él, hambriento, y, a alguien como él, furioso. Y la ira es una de las motivaciones que hace que Alistair se entusiasme y alcance su mejor forma.
La ira es tan poderosa que, si puedes dominarla y controlarla, 'es un combustible interminable para el fuego'. Siempre hemos sido ferozmente competitivos y siempre hemos querido ese primer puesto, que curiosamente no todos quieren. Mucha gente dice que sí, pero no todos viven para ese primer puesto. Siempre hemos tenido esta relación realmente tensa entre nosotros, ya que siempre quisimos lo mismo, y eso, naturalmente, provoca fricción. No creo que necesite muchos consejos míos, solo necesita tiempo”, comenta Jan Frodeno.