Después del triunfo de Gustav Iden el pasado 8 de octubre en el Campeonato del Mundo IRONMAN en Hawaii y de su histórico récord, forjado sobre todo en un increíble maratón que completó en 2h35, ciertos focos apuntaron a las zapatillas con las que corrió el prodigio noruego, quien, recordemos, en vísperas de la competición fichó por On Running, la marca que también presume de tener a Javier Gómez Noya entre sus filas y que recientemente también ha incorporado a Kristian Blummenfelt.
Según explicaba la responsable de prensa de ON en Hawaii, Silke Tegethof, “Gustav llevaba un modelo Cloudboom Echo 3 adaptado a sus necesidades específicas para esta carrera”.
En cualquier caso, justo después de la exhibición de Iden, surgieron voces que cuestionaban la legalidad de un prototipo que no está en el mercado, unas zapatillas con hasta 50 mm de altura de suela. No obstante, en ese momento eran críticas sin argumentos, porque hasta ahora los triatletas profesionales no tenían que cumplir ninguna regla sobre la elección de zapatillas para correr, tal y como aclaraba en aquel momento World Triathlon, la Federación Internacional de Triatlón (antigua ITU).
En el triatlón no se aplicaba la regulación que sí existía en el atletismo en cuanto a la tecnología del calzado, como limitar el grosor de la suela (un máximo de 40 mm). Así mismo, el resto de federaciones nacionales y organizaciones privadas ligadas al triatlón, como IRONMAN o Challenge, se ceñían a las disposiones de World Triathlon, que tampoco estipulababa restricción alguna para sus competiciones, incluidas las Series Mundiales o los próximos Juegos Olímpicos de París 2024.
En 2023 la cosa cambia
Pero desde el uno de enero 2023, World Triathlon se acoge a las normas de la Federación Internacional de Atletismo (World Athletics) en cuanto el uso de zapatillas para correr. De este modo, ya no se pueden utilizar prototipos como el de Iden en las competiciones y el grosor de la suela, esos 40 mm de máximo, está sujeto a los estándares de World Athletics.
Sólo faltaba que IRONMAN confirmase su adhesión a estas nuevas disposiciones. Y este lunes lo ha hecho de manera oficial, tal y como figura ya en el reglamento de competiciones de 2023.
En general, IRONMAN se adhiere a la normativa de World Athletics aplicables a las pruebas IRONMAN e IRONMAN 70.3, incluido el Campeonato del Mundo IRONMAN y el Campeonato del Mundo IRONMAN 70.3.
Para evitar dudas:
-Correr con zapatillas con un grosor de suela de más de 40 mm está prohibido y darán lugar a descalificación.
-Zapatillas que contengan más de una placa de estructura rígida: están prohibidas y resultarán en descalificación.
-Calzado personalizado: se permite su uso en competiciones previa aprobación del Comité Técnico Mundial de Triatlón.
-Prototipos: se pueden utilizar en todos los eventos (incluidos los Mundiales), pero bajo las condiciones de control que estipula el reglamento de World Athletics.
-Los triatletas están sujetos a un control aleatorio del calzado antes, durante o después de cualquier carrera.
-Para cualquier zapatilla que no se pueda identificar, la información sobre la misma (y tal vez la propia zapatilla) deberá ser enviada a la sede de World Triathlon para verificación dentro de los 7 días posteriores a la carrera en la que se usó. En los resultados oficiales, los triatletas bajo revisión de zapatillas tendrán la nota 'Resultado bajo revisión'.
Si se confirma que la zapatilla es legal, se eliminará la nota. En caso contrario, el triatleta será descalificado.
Así, bajo este nuevo marco, las zapatillas que llevaba Gustav Iden en su histórica victoria en Kona el pasado 8 de octubre ya no están permitidas.