Aparte de la espectacular remontada y consiguiente victoria de Sam Long, el IRONMAN 70.3 de Boulder que se disputó el sábado nos dejó el impresionante debut de la triatleta ITU Taylon Knibb en la media distancia. Una demostración más –y ha son muchas– de que los especialistas del formato olímpico rinden al máximo nivel también en carreras 70.3.
La joven triatleta estadounidense, de 23 años, campeona del mundo junior en 2017 y campeona del mundo sub-23 en 2018, se presentó en la línea de salida de su primer medio IRONMAN tan sólo una semana después de conquistar la plata en la prueba de relevos mixtos de los Juegos Olímpicos de Tokio, en la que tuvo que afrontar una posta súper sprint de 300 m de natación, 7 km en bici y 2 km a pie (pocos días antes, en la prueba individual, había terminado 16ª; y en mayo se apuntó su primera Serie Mundial en Yokohama).
A la vista del resultado final en Boulder, está claro que Knibb no notó el cambio de formato...
Huelga decir que salió del agua en cabeza. Además, se mantuvo al frente de la prueba durante los 90 km del segmento de ciclismo. Y lo hizo con la misma bicicleta convencional de carretera que usó en Tokio (y sin rueda de disco), exhibiendo su potencial en bici también en su primera carrera sin drafting.
En la segunda transición contaba con más de un minuto de ventaja. Sin embargo, en la carrera a pie, la británica Emma Pallant, de 32 años, especialista consagrada de la media distancia, la superó en el km 10 y se marchó en solitario a por la victoria.
Pallant corrió en 1h17 y se hizo con el triunfo en 3h59. Knibb cubrió el medio maratón en 1h21 y completó su primer 70.3 en 4h02, con sólo 12 segundos de margen sobre la 3ª clasificada, su compañera de entrenamientos Jeanni Metzler, también estadounidense.
"Puedes preguntar a mi gente: me moría de ganas por hacer un media distancia. Intenté aguantar con Emma, que estuvo fantástica. Está en otra liga. Puede que no haya sido la elección más inteligente competir en Boulder sobre media distancia por primera vez. Pero tenía una gran oportunidad porque competía en casa. Es la primera vez que corro en suelo estadounidense en triatlón desde julio de 2017. Así que estoy realmente agradecida. Fue una gran carrera, tengo mucho que mejorar, fue un poco estresante, gracias por todo el apoyo", explicaba Taylor Knibb después de su debut en medio IRONMAN.