'Super Sam' tiene otra cita con la historia: ser el primer triatleta con autismo que compite en Kona

"Después de ser diagnosticado con autismo a los cuatro años, los psicólogos aconsejaron a mis padres que establecieran expectativas de vida bajas para mí".

Foto: Marcel Hilger

'Super Sam' tiene otra cita con la historia
'Super Sam' tiene otra cita con la historia

Sam Holness tiene 29 años... tiene autismo... y es triatleta...

A través del deporte ha podido no solo "desarrollar su confianza y autoestima, sino también mejorar sus habilidades sociales". Empezó a hacer triatlón para demostrar que tener autismo no es un inconveniente para ello. Más bien, al revés: puede resultar una ventaja. Su lema lo dice todo: "El autismo es mi súper poder". Y su apodo, también: 'Super Sam'.

Con su ejemplo de superación quiere motivar a otras personas neurodiversas, con capacidades diferentes o BAME (Black, Asian and Minority Ethnic: se usa en el Reino Unido para referirse a los miembros de las comunidades no blancas), para que se animen a practicar el triatlón.

'Súper Sam' ya ha demostrado su "súper poder" en varias ocasiones: en 2021 se convirtió en el primer triatleta con autismo que competía en el Mundial IRONMAN 70.3 que se disputó en St. George (Utah, EE.UU.); y el pasado mes de junio también hizo historia como el primer triatleta con autismo en completar un IRONMAN. Fue el de Frankfurt (Alemania), Campeonato de Europa de la franquicia. Lo hizo en 12:29:00. Cubrió el segmento de natación en 1:04:20. A pesar de sufrir problemas gástricos e intestinales, pudo con el exigente sector de bici (6:15:44), con un desnivel de 1.934 metros. Y corrió finalmente el maratón en 4:54:22.

“Este es el mejor día de mi vida; ¡Ahora soy un IRONMAN! Iron Sam... suena bien. Nunca dejaré de hacer esto. Fue una carrera realmente dura, con mucho calor, pero seguí adelante a pesar de que me dolía mucho”, explicaba después de la prueba el triatleta británico, afincado en Londres, que ya piensa en Hawaii.

Así, el próximo episodio de su increíble historia de superación podría escribirse el próximo 6 de octubre y titularse El primer triatleta BAME con autismo que conquista Kona.

"Después de ser diagnosticado con autismo a los cuatro años, los psicólogos aconsejaron a mis padres que establecieran expectativas de vida bajas para mí. Tuve la suerte de que mis padres desafiaron esta opinión y nunca se dieron por vencidos conmigo. Ahora sé de dónde heredé mi perseverancia y mi filosofía de vida de luchar siempre por sobrevivir y no morir", explica 'Super Sam', que ha estado entrenando 24 horas a la semana y que cuenta con el patrocinio de algunas de las marcas deportivas más importantes del mundo, como Hoka, Cervelo o HUUB, entre otras. 

“Estoy emocionado. Cuando comencé con los triatlones hace más de cinco años, no había nadie con autismo que hubiera establecido públicamente un camino que yo pudiera seguir en el deporte", afirma Sam, reconocido en 2020 como una de las 100 personas con discapacidad más influyentes del Reino Unido.