Patrick Lange es el nuevo campeón del mundo IRONMAN. El alemán, de 38 años, conquistaba el pasado sábado su tercer título en Kona (2017, 2018 y 2024). Además, su registro en meta de 7:35:53 supone un nuevo récord de la prueba, rebajando el que logró el noruego Gustav Iden en la edición de 2022 (7:40:24).
Lange, plata el año pasado en Niza, sentenció el presente Mundial en la carrera a pie, con un maratón en 2:37:34, el segundo más rápido de la historia de Hawaii, sólo superado por el de Iden de 2022 (2:36:15).
El germano celebró su triplete con mucha rabia: primero, con un grito; después, mandando callar. Se lo debía a su madre, que falleció en 2020 y que, cuando estaba en el hospital, le dijo que "quería volver a verle en lo más alto y les diera otra patada en el culo".
Un ataque de ansiedad en el IRONMAN de Frankfurt
Y también se lo debía a sí mismo, ya que, como confesaba en la rueda de prensa posterior, la temporada no ha sido ni mucho menos fácil. A lo largo de estos meses ha tenido que ir superando altibajos, con varios episodios de ansiedad.
En el IRONMAN de Frankfurt, el pasado 18 de agosto, tocó fondo cuando sufrió uno de estos ataques de pánico. Aunque logró terminar la carrera, se tuvo que conformar con la 8ª posición.
“Siendo completamente sincero, sufrí un ataque de ansiedad antes de la salida. Así que comencé la prueba con el pie izquierdo. Después de aquello, mi prioridad en Kona era llegar mentalmente bien preparado y más relajado. Tomármelo como una oportunidad para brillar, sin presionarme demasiado, dando gracias por estar aquí”, explicaba Lange, ya como campeón del mundo.

“Hablé con Magnus [Ditlev: plata] en la rueda de prensa previa a la carrera y hablamos sobre la presión. Pudimos intercambiar ideas al respecto. Creo que también me ayudó un poco el hecho de que todos estamos en el mismo barco y, como también mencionó Rudy [Von Berg: bronce], la preparación y el juego mental son probablemente lo más importante", añadía Lange, que el pasado mes de abril también lograba el triunfo en el IRONMAN de Texas, su otra prueba fetiche (allí ganó en 2016 en su estreno en IRONMAN), junto a la de Hawaii.

“Ha sido un tiempo increíble aquí y, también gracias a los dioses de la isla, estoy sentado donde estoy ahora y absolutamente alucinado con lo que he conseguido”, concluía el nuevo tricampeón del mundo IRONMAN.
