Javier Gómez Noya, único quíntuple campeón mundial de triatlón de toda la historia, ha comentado a Efe este viernes en Calella (Barcelona) que "preferiría ganar el Mundial Ironman de Hawai que el oro olímpico" si le dieran a elegir entre estas dos pruebas.
Gómez Noya ha reconocido que "el sueño del oro olímpico sigue estando ahí" y no descarta volver a intentarlo en Tokio 2020, pero en este 2018 su reto es el Mundial Ironman.
"Todo triatleta que se precie quiere correr allí (en Hawaii) alguna vez en la vida y ganar ese Ironman", ha insistido el campeón mundial de triatlón a tras presentar la renovación de su patrocinio con la marca de soportes articulares 'Futuro', de la multinacional estadounidense 3M.
Noya, de 35 años, ha aparcado esta temporada la distancia olímpica para dedicarse al Ironman. El próximo 10 de junio debutará en Cairns (Australia). Y el 13 de octubre se disputará en Kona (Hawaii) el Mundial de la especialidad, la cita "soñada" por cualquier triatleta, donde las condiciones climatológicas "tan extremas" la convierten en la prueba "más dura" del Ironman.
El último test del triatleta antes de su primer Ironman será este domingo en Calella (Barcelona) donde disputará el 70.3 de Barcelona.
La prueba barcelonesa será para Gómez Noya "una competición muy dura" en la que podrá verse a sí "mismo en competición y comprobar que la preparación de cara a Australia esté yendo bien".
Tras perderse los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 por una fractura de brazo al caerse de la bicicleta durante un entrenamiento y volver en 2017 a estar en lo más alto del triatlón mundial, el campeón gallego ha dado este año el salto al Ironman.
"Después de once años luchando por mundiales de triatlón, me apetecía hacer algo diferente. Es un reto muy ambicioso porque si hay una prueba por excelencia en el mundo del triatlón es el Ironman de Hawaii", ha comentado.
El triatleta ferrolano ha reconocido que se encuentra "bien" físicamente y que ahora es el "momento" de intentar hacer algo importante en la modalidad más dura y exigente del triatlón.
"Siempre tuve claro que quería hacer el Ironman estando bien físicamente y no esperar más años, cuando esté en el declive de mi carrera", ha apuntado Gómez el medalla de plata de triatlón en Londres 2012.
Gómez Noya ha tenido que adaptar su entrenamiento a una modalidad donde la bicicleta tiene "una importancia tremenda" en el desarrollo de la competición junto a saber alimentarse e hidratarse bien durante las más de ocho horas que dura la prueba.
"Estoy centrando más la preparación en la bicicleta y mejorar ahí, ya que es donde pueden haber las grandes diferencias con mis rivales. Estoy trabajando duro sobre la bicicleta", ha explicado a Efe Gómez Noya.
En Calella, el triatleta gallego tendrá rivales de la talla de David McNamee (ganador del Ironman 70.3 Marbella recientemente), Patrik Nilsson (campeón en Barcelona en 2016) o los australianos Nick Kastelein (compañero de entrenamientos de Jan Frodeno y 2º en Barcelona el año pasado) o Cameron Wurf, que batió el récord histórico del sector ciclista en Hawaii en el Campeonato del Mundo Ironman de 2017.
Sobre su futuro deportivo, el triatleta español ha afirmado que "este año tengo el reto del Ironman y el año que viene otros, sea en la distancia olímpica o en el Ironman, y me los plantearé con la misma profesionalidad, ilusión y ganas de entrenar".