Carlos López sigue con su recuperación y volverá a competir en verano

Su sueño de estar en Kona continúa intacto.

Carlos López sigue con su recuperación y volverá a competir en verano
Carlos López sigue con su recuperación y volverá a competir en verano

Una conductora imprudente que iba mirando el móvil lo arrolló mientras entranaba con la bici. Un segundo de distracción que acabó con horas y horas de entrenamiento, una rotura del vasto interno y un esguince cervical, entre otras muchas magulladuras. El triatleta que voló por los aires no era otro que Carlos López, que estaba a punto de cumplir un sueño. Tras una clasificación in extremis, acompañaría a los españoles Iván Raña y Eneko Llanos en el Mundial Ironman de Hawaii. Sería el único de los 57 participantes capaz de compaginar el triatlón profesional con un trabajo de 8 horas, concretamente el de comercial de material médico-quirúrgico. Pero todo se truncó el pasado 18 de septiembre.

Han pasado casi cuatro meses y Carlos López está psicológicamente más fuerte que nunca, con el mismo objetivo en el horizonte: batir el récord del tramo de natación en el Ironman de Kona. El accidente ha marcado un antes y un después en su filosofía de vida. La parte positiva de este parón obligado ha sido el tiempo que le ha podido dedicar a su familia. Casado, con un hijo y siendo el tutor legal de su hermana, Carlos es un enamorado de los suyos, su bien más preciado. Incluso las noches previas a la competición prefiere dormir con su mujer y su hijo en la misma cama, aunque eso suponga despertarse varias veces a lo largo de la noche.

Aunque lo peor ya ha pasado, Carlos no puede correr desde el accidente. Además, está a la espera de una intervención quirúrgica en la ceja, que quedó dañada tras el impacto. Su rodilla evoluciona favorablemente, pero todavía está lejos de poder llevar una vida normal. "El último tramo de la recuperación va a ser duro, porque pienso que ya estoy bien, pero no puedo entrenar con normalidad”, asume Carlos.

Una de las claves de su milagrosa y de su imparable carrera ha sido el llamado entrenamiento invisible. Como él mismo reconoce, “la organización milimétrica es la clave. Vivo siguiendo una planificación cuadriculada, donde cada entreno está metido con calzador dentro de mi jornada laboral y de mis adorables obligaciones como padre de familia”. Desde hace varios años Carlos valora muchísimo su alimentación, ya que “lo que como es clave para poder rendir y recuperar bien”.

Dentro de su círculo, Carlos es cariñosamente conocido como 'Súperlopez', un peculiar superhéroe que puede con todo. Tras el accidente, Carlos es más 'Súperlopez' que nunca, el mismo en esencia, pero con más ganas de conseguir una nueva clasificación para Kona. Si no llega en 2018, será en 2019...

Si todo evoluciona como hasta ahora, Carlos podría volver a la competición a finales de junio o principios de julio. Este enamorado de Mallorca, su isla y escenario de la victoria más importante de su carrera, el Ironman de 2016, contará a partir de ahora con el apoyo de Odeclas, una marca deportiva especializada en bañadores de alta calidad.