Alistair Brownlee quiere seguir los pasos de Javier Gómez Noya, al menos en lo que se refiere a conseguir lo antes posible la clasificación para el Campeonato del Mundo IRONMAN de 2020.
El gallego logró su billete para Kona el pasado 26 de octubre tras obtener su primera victoria IRONMAN en Malasia. El británico buscará hacer lo propio en el IRONMAN Western Australia que se disputa en Busselton este domingo, en el que será su tercer IRONMAN de 2019 y el tercero también de su corta trayectoria en la larga distancia, tras ganar el de Irlanda en junio y acabar 21º en su estreno en el Mundial de Hawaii el pasado 12 de octubre.
"Algunas personas dicen que la única forma de aprender a competir en IRONMAN es competir en IRONMAN. Creo que eso podría ser cierto. Por tanto, a pesar de ser a finales de año, haré el IRONMAN Western Australia. Todavía tengo aspiraciones de competir en los Juegos y, si corro en Tokio, definitivamente serán los últimos. Pero también quiero clasificarme para Kona 2020 y espero poder hacerlo en Busselton", explicaba hace unas semanas el mayor de los Brownlee, oro olímpico en Londres 2012 y en Río 2016.
El IRONMAN de Busselton pone en juego dos plazas para Kona en la categoría PRO, tanto para las mujeres como para los hombres, además de 10.000 dólares para el campeón/a.
Se trata de una de las pruebas más rápidas del circuito IRONMAN, con un recorrido de bici prácticamente llano a dos vueltas. Alistair parte con el dorsal '1' y como máximo favorito a la victoria. En la lista de salida aparecen nombres como el del veterano neozelandés Cameron Brown, los australianos Sam Appleton y Tim Van Berkel o los franceses Antony Costes y Denis Chevrot.
El neozelandés Terenzo Bozzone ha ganado las últimas tres ediciones. En la de 2018 mantuvo un apasionante duelo con el australiano Cameron Wurf, que rompió el récord del segmento de ciclismo (4h07'14"). Bozzone también tiene la mejor marca de la prueba desde 2016 (7h51'26").
Así pues, Alistair apuesta por la misma estrategia que Gómez Noya en la planificación de la próxima temporada: quitarse de encima cuanto antes la clasificación para Kona. De esta manera, si finalmente el triatleta británico decide competir en los Juegos de Tokio, tendrá tiempo suficiente para prepararlos y, diez semanas después, presentarse en Kona.
La hora de ruta del que promete ser un 2020 histórico empieza a cobrar forma: el 27 de julio, Javi intentará ganar el oro en Tokio. Falta por saber –todo apunta a que sí– si Alistair se suma definitivamente a la batalla olímpica. El 10 de octubre sí se verán las caras en el IRONMAN de Hawaii –previa clasificación del británico–. Y el 29 de noviembre podría haber un asalto más en el Mundial IRONMAN 70.3 de Taupo (Nueva Zelanda), para el que el español también tiene ya su billete...