Blummenfelt quiere revancha en el Mundial 70.3: "Cuando Gustav gana una carrera se vuelve perezoso"

En plena resaca del histórico Mundial IRONMAN de Hawaii del pasado fin de semana, vamos calentando motores para el próximo duelo entre Gustav Iden y Kristian Blummenfelt en poco más de dos semanas en el Campeonato del Mundo 70.3.

Foto: Tom Pennington/Getty Images para IRONMAN.

Blummenfelt quiere revancha en el Mundial 70.3.
Blummenfelt quiere revancha en el Mundial 70.3.

Está siendo una recta final de temporada apasionante, con las carreras épicas que vivimos hace unos días en el regreso a Hawaii del que ya es el mejor Campeonato del Mundo IRONMAN de la historia, con sendas victorias de Chelsea Sodaro en la prueba PRO femenina y de Gustav Iden en la masculina.

El colofón lo tendremos dentro de poco más de dos semanas. Los próximos 28 y 29 de octubre (el viernes 28, la prueba PRO femenina; el sábado 29, la masculina) se disputa en St. George (Utah, EE.UU.) el Mundial IRONMAN 70.3, donde el año pasado ya se impuso el propio Iden, bicampeón de la competición (también ganó el de Niza de 2019).

Así pues, se avecina otro trepidante 'duelo fraticida' entre los noruegos. Y Blummenfelt, que el pasado sábado tuvo que conformarse con el bronce pero que también sabe lo que es ganar en St. George (allí, el pasado mes de mayo, conquistó el primer Mundial IRONMAN que tuvo lugar fuera de Kona), quiere revancha.

Ganas de revancha del 'toro'

“Ése es el enfoque ahora. Cuando Gustav ha ganado una gran carrera antes, tiende a ser un poco perezoso en el entrenamiento durante las siguientes semanas, y tengo más hambre y entusiasmo para la próxima. Ojalá pueda usar eso para motivarme en mi preparación. Ahora solo estoy cansado, destrozado. Fue una carrera brutal, toda la carrera fue dura, pero la usaré como motivación para St. George", ha comentado en las últimas horas 'el toro noruego', que ha vuelto a repasar el que para él fue el momento crítico en el maratón, cuando tuvo que dejar marchar a su compañero de fatigas.

“Gustav estaba corriendo bastante rápido desde el principio y cada vez que me obligaba a tirar, yo reducía el ritmo un poco. Pensé que mi única oportunidad era jugar muy bien mis cartas. No funcionó, pero estoy feliz de estar en el podio. Esperábamos un tiempo cercano a las 7:40 y estábamos en ello. A mí me costó un poco en los últimos 20 km y Gustav pudo acelerar y marcharse”, concluye el vigente campeón olímpico y del mundo ITU, que ya piensa en el Mundial 70.3 de St. George para resarcirse.