Con medio siglo de vida (el próximo 20 de junio cumple 51) y más de treinta temporadas dedicado en cuerpo y alma al triatlón, el legendario Cameron Brown se ha despedido de la alta competición.
El mítico triatleta neozelandés ha hecho su última prueba como profesional 'en casa', es decir, en 'su IRONMAN', el de Nueva Zelanda que se ha disputado recientemente en Taupo, carrera que ha ganado 12 veces: la última, en 2016, a los 43 años. Y, además de su docena de triunfos, tiene 20 podios que sumó de forma consecutiva entre 1999 y 2018.
Todo, en 25 participaciones, contando ésta de 2023, la que ha sido la última, 26 años después de ponerse por primera vez en la línea de salida. Entonces, en 1997, acabó en el puesto 22º. El pasado sábado 3 de marzo llegaba a meta 7º, después de 8 horas y 42 minutos de esfuerzo.
"Un día especial en mi 25º IRONMAN de Nueva Zelanda. He acabado 7º: no está mal para un chico viejo", comentaba después de la prueba Cameron Brown, que ha completado más de 70 pruebas IRONMAN por todo el mundo, ganó el Campeonato de Europa de Frankfurt (2006) y ha sido capaz de conquistar dos platas (2001 y 2005) y dos bronces (2002 y 2003) en el Mundial de Hawaii.
Para lograr semejantes resultados en Kona hay que ser muy bueno... y entrenar mucho. Así lo hacía el legendario triatleta neozelandés hace 20 años, tal y como revela su diario de entrenamiento, parte del cual ha publicado en las redes sociales.
Como podemos ver, a tres-cuatro semanas de la gran cita de Hawaii, Brown acumulaba hasta 45 horas a la semana de entreno, que empleaba para cubrir unos 20 km de natación, 800 de bici y 100 de carrera a pie.
"¡Estos chicos entrenaban a lo loco!", ha comentado el alemán Patrick Lange, bicampeón del mundo IRONMAN (2017 y 2018), al ver la planificación semanal de Brown, "una pieza de museo" para los amantes del triatlón.
