Esa desagradable sensación de mareo al nadar en el mar es algo frecuente y totalmente normal para los que no están acostumbrados. La denominada “cinetosis” o sensación de cierta embriaguez o mal estar que se produce por el movimiento ondulante y repetido del mar es algo que saben muy bien los que han viajado en barco y los que nadamos en
el mar.
Sí es cierto que hay gente más propensa y más sensible que, tras nadar en el mar, incluso sin apenas oleaje, tengan mareos y esa desagradable sensación dure horas. Esta alteración se debe a una estimulación excesiva del aparato vestibular por un movimiento repetitivo al que no se está acostumbrado.
Ya sabes que el cerebro siente el movimiento a través de la información que le llega del oído interno, de los ojos, la piel, los músculos y las articulaciones. Cuando recibe una información alterada que no coincide con la información habitual, pueden aparecer náuseas y mareo, e incluso los vómitos. Nuestro cerebro también necesita entrenamiento, necesitamos acostumbrarnos a esas sensaciones y esto lo tienes que hacer mediante la realización de sesiones de entreno progresivas en duración en el mar, más sesiones breves pero frecuentes, e ir alargándolos poco a poco en el tiempo e ir realizándolas cada vez con más oleaje.
También es importante que lleves unas gafas con las que veas bien y con un mayor campo de visión, ya que cuando nadamos se da la peculiaridad de que si no ves el fondo o no tienes ninguna referencia de objetos, como ver peces por ejemplo, el oído interno percibe el movimiento, pero los ojos no pueden indicar que se está moviendo y surge el mareo.
Curiosamente, la intranquilidad, o el miedo, o la ansiedad por nadar en el mar abierto, pueden desencadenar también esas malas sensaciones.
Existen medicamentos que deprimen la reactividad del laberinto como la cinarizina o la tietilperazina, la famosa biodramina. Puedes probar si el médico te lo recomienda, ya que la sensibilidad y reacción individual a uno u otro medicamento es algo que un facultativo debe valorar. Debes tener cuidado al entrenar si tomas estos medicamentos, porque atenúan la respuesta psicomotriz y te puedes sentir un poco somnoliento o torpe, pero, al menos, no mareado.