¿Quieres ser mejor nadador? Conviértete en un estratega del primer segmento

Entrenar bien es lo más importante, pero saber elegir una prueba y hacer un plan previo a la carrera es la clave para que las competiciones se conviertan en los mejores días de la temporada.

Maribel Blanco

¿Quieres ser mejor nadador? Conviértete en un estratega del primer segmento
¿Quieres ser mejor nadador? Conviértete en un estratega del primer segmento

Al decidir el calendario de pruebas de una temporada, una variable que se debe tener en cuenta es el trazado de los circuitos de las pruebas.

Cada uno de nosotros tiene sus propias características físicas y técnicas, por lo que, habiendo tantas pruebas como hay, podemos intentar hacer coincidir las peculiaridades de cada triatlón con las propias. Una vez decidido la prueba hay que estudiarla.

Para ello formularemos diferentes planteamientos de competición en función del nivel del triatleta. Afortunadamente, ahora, en las webs de las pruebas, sabemos con mucho tiempo de antelación cómo serán los circuitos, algo que nos ayudará a determinar nuestra mejor estrategia.

EL PLAN

Con este estudio detallado y previo del circuito debemos llegar con los deberes bien hechos:

-Practica durante la semana la respiración bilateral aunque no sea continua

-Lleva gafas ahumadas o de espejo para evitar el sol

-Practica la respiración por delante con la cabeza fuera sin perder ritmo y nada rodeado de mucha gente

-El día previo a la competición asegúrate de que todo lo que hemos preparado es cierto y realizable

-Analiza la arena o las piedras de entrada al mar y de la salida, decide la zona más adecuada de entrada y salida

-Vé al briefing de salida. Obtendrás información valiosa

ESTRATEGIAS EN COMPETICIÓN

NIVEL PRO

En principio, todos tendrán un nivel similar en el agua. Hay que decidir si sales en cabeza o si buscas desde el principio unos determinados pies. Todos salen al máximo para situarse bien y llegar a la primera boya en la posición deseada.

Si eres de los primeros, las piraguas o surfi stas pueden servir de referencia. Te podrás centrar en tu nivel de esfuerzo nadando al lado, o no, de otro triatleta, pero siempre en armonía “competitiva”. En el caso de que seas pro, pero el agua no sea tu mejor virtud, te tocará aguantar el ritmo “infernal de cabeza” luchando por no perder los pies y no quedarte descolgado en tierra de nadie, por lo que tendrás que nadar como si fueras primero, buscando las referencias para nadar en línea recta entre boyas como si abrieras carrera.

Piensa que mirar atrás, nadando un par de brazadas a espalda, te puede dar una valiosa información sobre qué hacer: seguir hacia delante como un valiente y, a veces, suicida, o bien, esperar a algún compañero de “fatigas” con el que continuar.

Unos últimos metros a un ritmo mayor te puede colocar en una buena posición para acabar este segmento con referencias, pero si hay que correr bastante antes de llegar a la zona de transición, deberás valorar tu nivel de cansancio en ese momento y decidir si es mejor salir con cierto margen para poder correr rápido a la transición en busca del grupo delantero.

NIVEL MEDIO EXPERTO

Saldrás con muchos más triatletas: unos, buenos nadadores; y otros, no tanto. Sal con decisión en los primeros puestos a alto ritmo y pega un tirón al giro en la primera boya, que en la mayoría de los casos se convierte en una pequeña lucha de “supervivencia”.

Tras los giros siempre hay un cambio de ritmo “mortal”. Aunque estés en el límite da un poco más de ti y busca salir rápido del giro en busca de esa estela tan deseada y que te permitirá “recuperar el aliento” metros después.

En el siguiente tramo se formarán los grandes grupos, que son el mejor sitio para avanzar. Asegúrate que estás en el que te corresponde por tu nivel. Si no es así, reacciona. Si vas pasado, baja el ritmo y recupera poco a poco entrando en tu ritmo hasta que llegue tu grupo. Si vas por debajo de lo que puedes, es el momento de apretar los dientes y salir en busca de tu sitio, pero si esperas mucho, quizá sea tarde.

Probablemente llegues en un grupito al final de la natación. Acuérdate que elegiste el lugar por donde salir: ¡búscalo! y corre para llegar a la transición en buena posición.

NIVEL BAJO

El buen triatleta, aunque sea mal nadador, debe conocerse y adaptar su salida a su “realidad” desde el primer momento, en una zona retrasada y lateral. Quizá nade unos metros más, pero se asegura una salida limpia, sin golpes ni apelotonamientos que pongan en riesgo su prueba.

Se sale a buen ritmo, nunca al máximo, buscando su propio “espacio vital” entre todos los participantes. Intentar nadar en la línea recta imaginaria entre su punto de salida y la primera boya. Nadar algo más por escoger un camino más tranquilo está bien, pero hacer excesivas “eses” nunca es bueno.

En los giros de las boyas nadar a braza. Os dará seguridad, visión y espacio. No pasa nada por hacer el giro “abierto”, si de esta manera evitamos posibles “aguadillas” fortuitas. Desde este momento céntrate en tu esfuerzo y en mantener una buena línea de nado, buscando referencias frontales y laterales. Si ves gente a tu alrededor, probablemente vayas bien. Si de pronto los triatletas de tu derecha o de tu izquierda “desaparecen”, peligro!!! Seguro que te estás desviando.

Las referencias hay que buscarlas, pero también nada. A veces nos pasamos más tiempo intentando ver, que nadando. No pasa nada porque cambies de estilo: nadar a braza mantiene tu capacidad de desplazamiento y te da la visibilidad ideal para situarte.

Al llegar, recuerda que tendrás que hacer una “carrerita” hasta la transición. Quítate las gafas de nadar para ver bien, pero déjatelas en la cabeza, así tendrás las manos libres para bajarte el neopreno, si es lo que lo llevas, hasta la cintura.