¿Qué relevancia tendrá la natación en el triatlón que viene?

Esta prospectiva quedará como una baliza temporal a la que volver atrás para verificar su grado de acierto.

Maribel Blanco / foto: Félix Sánchez Arrazola

¿Qué relevancia tendrá la natación en el triatlón que viene?
¿Qué relevancia tendrá la natación en el triatlón que viene?

La vista atrás

1995 fue clave en el desarrollo de las competiciones de triatlón. Un único cambio en el reglamento modificó para siempre el desarrollo de las pruebas. Me estoy refiriendo a la introducción del drafting. Aunque afectaba directamente al segmento ciclista, tuvo una enorme repercusión en la natación.

El Campeonato del Mundo de Cancún fue la primera prueba donde se permitió. Hasta ese momento los parciales de natación, tanto de hombres como de mujeres, no eran nada espectaculares. Hablamos de marcas entre los 17 y los 18’ en categoría masculina, mientras que en femenina pasaron de los 21’ a los 19’ para los 1.500 en los primeros 5 Campeonatos del Mundo. La bici y la carrera a pie jugaban un papel esencial.

Este cambio en el reglamento provocó una evolución inesperada de la natación. De pronto, el triatlón se empezó a nutrir de nadadores de nivel, como las nadadoras olímpicas del 92, que a partir de entonces forzaron los ritmos hasta niveles desconocidos.

La estrategia de competición había cambiado. Ahora lo importante era nadar lo suficientemente rápido para estar en el grupo de cabeza en la bici. La natación no te hacía ganador pero, si no estabas delante, te quedabas sin opciones de victoria.

Todos los triatletas empezaron a entrenar como nadadores. Se comenzó a nadar y nadar. Entre los nadadores/triatletas que llegaron con el cambio de siglo tenemos, sin ir más lejos, a los nuestros: Iván Raña, Eneko Llanos, Javier Gómez Noya. Todos provenían de la natación.

¿Qué ocurre actualmente?

La natación ha adquirido un nivel espectacular tanto en hombre como en mujeres. Ya no se rompe la carrera en el agua, todos salen en línea en unos cronos increíbles, pero lo que sí es verdad es que resulta complicado ver marcas de nadador puro.

Adivinemos el futuro

Y aquí lanzo unas preguntas para pensar con tiempo y una caña: ¿Será el nivel de carrera a pie necesario para ganar, lo que impide que las marcas de natación mejoren? La natación actual exige un trabajo de fuerza enorme: ¿Puede un triatleta de élite entrenar en seco como un nadador de élite? ¿Bajarán los parciales en el agua en el futuro?

Hasta ahora el objetivo estaba en correr por debajo de 30’ (hombres) y 34’ (mujeres) para obtener sitio en el pódium. Eso ha orientado el trabajo de los triatletas a conseguir cuerpos extremadamente delgados. Se busca asemejar la morfología del triatleta de corta a la del corredor.

En mi opinión, el futuro va a evolucionar hacía el componente de fuerza. Al igual que en otros deportes de resistencia como el esquí de fondo, donde se mezcla resistencia y fuerza, el triatleta también afronta dos modalidades donde la fuerza es esencial, natación y ciclismo. El esquiador de fondo actual ha subido el peso con una potencia de braceo desconocida.

¿Hablamos entonces de triatletas más corpulentos y ya no será tan importante el peso? El peso en deporte de resistencia nunca perderá su importancia, pero si la relación peso-fuerza se adecúa, la balanza puede volverse del lado de ganancia de segundos vía fuerza, sobre todo cuando hablamos de natación y ciclismo.

A esto hay que añadir la evolución que está siguiendo la propia ITU. Si prestamos atención a las señales que envía en los últimos años, se puede observar una preferencia por la distancia sprint. Los motivos son varios, pero la duración de las retransmisiones televisivas tienen un papel fundamental.

Los 5km finales suponen cambiar la fisiología del esfuerzo y ya no resulta tan fundamental un peso ligero. Un 5.000 se puede correr con potencia y si para entonces la carrera va rota por los ritmos de la natación y del ciclismo, el corredor extremadamente delgado que se ha quedado descolgado desde el primer parcial, se va a quedar sin opciones pese a marcar el mejor parcial de carrera.

Atención pues triatletas y entrenadores, el futuro pasa por el trabajo de fuerza. Hay que seguir cuidando todos los detalles, peso incluido, pero incidiendo en el agua con mayor dedicación al trabajo de fuerza, tanto en seco como en la piscina.