Cómo grabar y analizar la técnica para mejorar la natación

Una de las mejores formas de corregir nuestra técnica es ver nuestros fallos, así que coge una cámara y grábate en la piscina.

Maribel Blanco

Grábate en la piscina para mejorar
Grábate en la piscina para mejorar

Dándole vueltas a la necesidad de la mejora de la técnica de natación todos leemos y buscamos en internet tratando de conseguir esa pequeña mejora que dé la posibilidad de ser más eficaces sobre el agua. Las tecnologías van evolucionando a pasos agigantados y ahora el aparataje propio de los biomecánicos simplifica mucho su trabajo de análisis de la técnica de estilos.

Uno de esos aparatos son las cámaras de video. Dentro del campo de la biomecánica las cámaras de video son un instrumental que se usa para el análisis cualitativo y cuantitativo de la actividad deportiva. Aquí no vamos a entrar en ese nivel de exactitud. Ellos necesitan planos puros, con referencias fijas y precisas.

Necesitan ventanas para ver y filmar por debajo del agua. Y necesitan complicados software informáticos. Con todo ésto describen el gesto técnico y hacen el estudio cinemático (ángulos,direcciones…) preciso.

Pero, ¿y nosotros?, ¿qué podemos hacer de forma “casera”?

Pues esas mismas cámaras de video (o de fotos) de gran nitidez de imagen, nos permiten poder grabar y ver nuestra forma de nadar desde todos los ángulos y posiciones bajo el agua. Sí, sí, algunas se sumergen y graban sin más, sin necesidad ya de carcasa, ni inventos magistrales. Aquí es donde nosotros podemos hacer un análisis biomecánico de nuestro estilo.

Material
1. Conseguir los permisos para filmar (si es necesario en vuestra instalación).
2. Disponer al menos dos calles laterales y consecutivas: Calle 1 y 2.
3. Quitar la corchera de separación entre ellas.
4. Disponer de un banco o silla para subirse y conseguir buenos planos.
5. Cámara de video. Confirmar la necesidad de otra batería.
6. Elegir una hora del día con buena luz en la instalación.

Instrucciones para el triatleta
1. Nadar por el centro de la calle 2, 100mts a ritmo medio: 50 mts con respiración bilateral (cada 3 brazadas) y 50 mts con respiración unilateral y cada largo hacia un lado.
2. Nadar lo más cercano a la corchera de la calle 2-3, 100 mts a ritmo medio: 50 mts con respiración bilateral (cada 3 brazadas) y 50 mts con respiración unilateral y cada largo hacia un lado.

COMENCEMOS CON EL ANÁLISIS

La mayoría entrenamos en piscinas “normales”, de 25 metros de 6-8 calles, por supuesto sin ventanas en las paredes para tomar imágenes laterales y frontales, y con los problemas adicionales de no poder grabar en una piscina “pública” y en su defecto la necesidad de pedir los permisos necesarios para hacerlo.

Salvando estos inconvenientes nosotros simplemente usaremos la cámara de video para vernos como nos ve cada día nuestro entrenador: ¡veremos lo que él ve! Y sobre todo podremos ver con él y aprender lo que tenemos que ver. El decidirá las soluciones y tu intentarás hacerlas, cambiar un “algo” en tu forma de nadar que te aporte ese punto 'extra' que estás buscando.

OS PROPONGO LOS SIGUIENTES PLANOS DE GRABACIÓN:

- Plano frontal: Grabar subidos al poyete o simplemente en una silla. Tomaremos imágenes de cómo el triatleta se aleja de la pared y como se acerca a la misma. La referencia fija será la línea del suelo de la piscina. Por ello es importante que el triatleta nade por el centro de la calle, sobre la línea.

- Plano lateral: Grabar al triatleta desde un lugar elevado, la misma silla colocada en la mitad del lateral la piscina. Tomaremos imágenes del triatleta nadando por la calle 2 y sin corchera de separación con la calle 1, y además lo más pegado a la corchera. Así conseguiremos mayor perspectiva y ángulo para grabar su estilo lateralmente.

Con estas tomas se consigue ver muchos detalles técnicos que vamos a describir a continuación.

DESDE EL PLANO FRONTAL DEBÉIS OBSERVAR:

Cuando el triatleta se aleja de la pared:
1. La linealidad del nado. Si “culebreáis” sobre la línea del suelo de referencia.
2. Rolido de hombros y cadera, es decir si hombro y cadera giran sobre el eje longitudinal del cuerpo.
3. Similitud de gesto entre el movimiento de ambos brazos.
4. Batido de piernas rítmico o arrítmico.

Cuando el triatleta se acerca a la pared:
1. Entradas de las manos en el agua, en línea con los hombros, lo ideal, o bien muy abiertas o muy cerradas.
2. También se ve si el triatleta realiza deslizamiento y agarre correcto con ambas manos.

DESDE EL PLANO LATERAL DEBÉIS OBSERVAR:
1. La flotabilidad. Si se ve el bañador o no. Eso nos dará una información relevante sobre la flotabilidad dinámica que se tiene.
2. Posición de la cabeza y movimiento en la respiración. Lo ideal es que solo se vea “un ojo” fuera del agua.
3. Movimiento de los brazos fuera del agua, el recobro. Fijarse si este movimiento es facilitado por el rolido, independientemente de la respiración.
4. Cómo está el brazo en la entrada de la mano: muy flexionado o extendido.
5. Punto de salida de la mano, a la altura del muslo, sería perfecto, o bien, a la altura del bañador acortando la brazada.
6. Se puede ver, sobre todo si el agua de la piscina no está turbia, el movimiento de la mano y el codo bajo el agua: por fin podremos  reconocer el temido concepto del “codo alto”, algo misterioso al que a nadie le sale. ¡Sólo los buenos lo saben hacer y sentir!

METODOLOGÍA A SEGUIR

  • Recordar que la visualización de las imágenes junto con vuestro entrenador es la clave del buen uso de este método de aprendizaje.
  • Una primera visión conjunta con el triatleta. Sin parar la imagen. Para que el triatleta se haga una idea mental de su nado y lo ajuste a las sensaciones que él tiene en el agua
  • Posteriormente se repite y ya se le indica que se fije en aspectos generales del gesto:
    - Armonía del gesto, plasticidad del movimiento.
    - Tensión/relajación en la forma de nado.
    - Facilidad en la ejecución.
    - Respiración cómoda, sin movimientos forzados.
  • Se escucha las valoraciones que el triatleta hace de su propia forma de nadar. A partir de aquí sí que se pasa ya a ver con detalle el gesto técnico. Bien usando como referencia lo que he indicado con anterioridad, bien usando las múltiples tablas de corrección de técnica que hay. Todo es bueno si al final se da con la solución y lo más importante si el triatleta puede hacer lo que se le pide para mejorar su estilo.
  • Y claro, lo ideal es verse, nadar, verse, nadar... Y así continuamente. De esta manera el feeback inmediato que se recibe será la clave del aprendizaje real de las nuevas modificaciones del estilo. Entonces sólo grabar aquellos detalles sobre los que se está trabajando y así conseguir que el triatleta haga realmente lo que se pide. La posterior repetición sobre la “nueva” forma de nadar, asegurará la asimilación y por supuesto, la mejora cuantitativa que se busca.