Cómo dosificar las piernas en la natación de un triatlón olímpico

Vuelvo a la carga con las piernas. Seguro que piensas que soy un pesado, que sois triatletas y que bastante tenéis ya con mover las piernas en el resto del triatlón. Pues NO y cincuenta veces NO. Lo único que te admito y te propongo es que las utilices con cabeza y adaptadas a tu nivel.

Alfonso Maltrana

Las piernas también nadan
Las piernas también nadan

Seguro que has vibrado con la natación de nuestro admirado Javier Gómez Noya. Es probable que no hayas tenido la fortuna de nadar desde pequeño como él ni de nadar por debajo de 16 minutos el 1500. Por eso argumentas un “es que”, “es que era nadador”. Y te lo acepto, es muy complicado comenzar a edad adulta y moverse en el agua él.

Por esa razón hay que buscar otra solución. La segunda y radical opción es la tradicional,… dejar los pies muertos, que te los suba el neopreno y tirar de brazos, que a las piernas les espera un buen trabajo dentro de unos minutos. Pero como no sea necesario el neopreno… “Houston, tenemos un problema”. 

Pero te propongo una tercera opción, una intermedia, asequible para todo el mundo, que elimina gran parte de los contras y añade algún pro. Para que la entiendas te voy a poner un sencillo símil ciclista.

En tu tramo ciclista vas con el mayor desarrollo que te permite tu forma física y el terreno de cada prueba en particular. Sin embargo, cuando quedan escasos kilómetros para llegar a la T2 cambias, pones un desarrollo menos exigente, aumentas tu frecuencia de pedalada con mucha menos carga, para que la sangre circule, la musculatura se relaje “lo que pueda” y seas capaz de  correr lo antes posible de la forma más eficiente.

           
Tu plan

Pues esto, que no es ningún secreto para ti, es lo que te propongo hacer cuando nades. Por partes:

-Comienza con un batido potente para coger posiciones de cara al primer giro, a unos 200 – 400 metros. Si tu frecuencia cardiaca máxima fuera 200, nada de esta forma llegando a las 180 pulsaciones por minuto.

-Después, durante unos 800 – 1000 metros mantén un batido constante pero llevando una intensidad no mayor de 160 pulsaciones por minuto – si cogemos como frecuencia cardiaca máximas las 200 pulsaciones por minuto anteriores –.

-Para terminar, en los últimos 100 a 300 metros, nada prácticamente sin batido, muévelo únicamente para relajar piernas y prepararlas para tu tramo ciclista.

-De esta forma, seguimos la misma idea que en el ciclismo y seguro que podremos ganar un grupo en la natación.