Series, cambios de ritmo y fartlek: en qué se diferencian

Tres maneras de entrenar la velocidad en el running: de la precisión de las series a la improvisación del fartlek, pasando por los cambios de ritmo estructurados.

Series, cambios de ritmo y fartlek forman parte del arsenal de cualquier corredor que quiera ir más allá de los rodajes tranquilos.
Series, cambios de ritmo y fartlek forman parte del arsenal de cualquier corredor que quiera ir más allá de los rodajes tranquilos.

Cuando un corredor se asoma al mundo de los entrenamientos de calidad, descubre que no todo se reduce a correr más rápido. Hay distintas maneras de hacerlo, y cada una tiene su lógica y sus beneficios. Las más conocidas son las series y los cambios de ritmo, pero también aparece un término con acento nórdico que a menudo se confunde con ellos: el fartlek. A simple vista parecen lo mismo —correr deprisa a ratos—, pero no lo son. La diferencia entre estas tres variantes está en el grado de estructura, en cómo se gestionan las recuperaciones y en el objetivo que persiguen. Entender bien cada una te ayudará a entrenar mejor, disfrutar más y, de paso, presumir en la próxima tirada larga de que sabes distinguir entre un cambio de ritmo y un fartlek sueco.

¿Qué son las series?

Las series son el entrenamiento de calidad más estructurado. Se repiten distancias fijas —400, 1000, 2000 metros— a un ritmo exigente, con pausas de recuperación claras.

  • Se suelen hacer en pista o en circuitos medidos.
  • El descanso puede ser trote suave o incluso andar.
  • Su objetivo: mejorar la velocidad controlada, el VO₂ máx y la capacidad de sostener ritmos de carrera.

Ejemplo típico: 10 × 400 m al ritmo de 5K, con 1’ de recuperación. Precisión y control son su seña de identidad.

¿Qué son los cambios de ritmo?

Los cambios de ritmo combinan tramos rápidos con tramos más lentos, pero a diferencia de las series, no se interrumpe la carrera: todo se hace corriendo.

  • La estructura es fija, con bloques medidos en tiempo o distancia (ej. 3’ rápido + 2’ suave, repetir 10 veces).
  • No hay pausa completa: el descanso es activo, corriendo más despacio.
  • Se suelen realizar en caminos o parques, lo que les da un toque menos rígido que las series, pero más organizado que el fartlek.

Ejemplo: 50 minutos alternando 3 minutos rápidos y 2 minutos suaves. Son perfectos para ganar resistencia a la fatiga.

¿Qué es el fartlek?

El fartlek (palabra sueca que significa “juego de velocidad”) es la versión más libre y creativa de los entrenamientos variables.

  • No hay una estructura prefijada: tú decides cuándo acelerar y cuándo aflojar.
  • Puede responder al terreno (apretar en la cuesta, soltar en la bajada) o a las sensaciones del momento.
  • El descanso también es activo, pero no se mide: lo marca tu propio cuerpo.

Ejemplo realista: “Hoy voy a hacer una hora por el parque: acelero hasta el banco rojo, luego troto hasta la fuente, después aprieto hasta el puente…”. Es divertido, intuitivo y muy útil para corredores que buscan sensaciones más que cronómetro.

Diferencias clave entre series, cambios de ritmo y fartlek
Aspecto Series Cambios de ritmo Fartlek
Estructura Muy rígida Fija pero flexible Libre, improvisada
Recuperación Pausas completas (andar o trote) Descanso activo, tiempos medidos Descanso activo, según sensaciones
Entorno habitual Pista o circuito medido Parques o rutas conocidas Terreno variado, improvisado
Objetivo Velocidad y control Resistencia a ritmos variables Diversión, adaptación, creatividad
Sensación Exigencia puntual con respiro Esfuerzo continuo y medido Juego y libertad

¿Cuándo usar cada uno?

  • Series: en fases específicas, cuando buscas mejorar marcas o entrenar ritmos concretos.
  • Cambios de ritmo: en preparación general, para trabajar la resistencia sin tanta presión de cronómetro.
  • Fartlek: cuando quieres entrenar fuerte pero divertido, o romper la rutina sin necesidad de mirar el reloj.

La clave está en combinarlos: las series afinan el motor, los cambios de ritmo lo hacen resistente y el fartlek recuerda que correr también es un juego.

Las tres variantes —series, cambios de ritmo y fartlek— forman parte del arsenal de cualquier corredor que quiera ir más allá de los rodajes tranquilos. La diferencia está en la estructura: rígida en las series, intermedia en los cambios de ritmo y totalmente libre en el fartlek. Alternarlas te hará más completo, menos propenso al aburrimiento y mejor preparado para las exigencias de la carrera. Al final, no se trata de elegir una u otra, sino de dar a cada sesión el sabor que toque: precisión, resistencia o pura improvisación.