Diferencias entre el maratón del IRONMAN y el maratón ‘a secas’

Iván Álvarez nos ayuda a debatir sobre una cuestión que asalta a corredores y triatletas cuando tienen que afrontar los 42,195 km en el ‘lado contrario’.

SOY CORREDOR (Alberto Hernández)

Diferencias entre el maratón del Ironman y el maratón ‘a secas’.
Diferencias entre el maratón del Ironman y el maratón ‘a secas’.

Corredores, ciclistas y triatletas… Tanto monta, monta tanto. Enamorados de la tortura consentida, de los esfuerzos de larga duración, del cansancio de los lunes por la mañana. Entre los primeros y los terceros hay, además, una conexión íntima, el tercer sector. El tramo pedestre del triatlón. Si hablamos de maratonianos, su deriva hacia el más allá, cuando del universo aeróbico se trata, tiene más que ver con el llamado Ironmam (triatlón de larga distancia conocido popular, y en muchos casos erróneamente, por el nombre de esta famosa franquicia) que con otros envites a pie, como puedan ser los 50 km, los 100 km o el ultratrail.

Hay un momento en la vida de los fondistas vocacionales más aventureros en que surge ese anhelo: ser finisher. Entonces suelen tirar de optimismo (nadé de pequeño, no se me daba mal la bici durante mis veranos en el pueblo…), culminado con el clásico: “Lo que menos me preocupa es el maratón, eso es lo mío". Y claro, no, lo suyo son 42, 195 km afrontados de manera independiente. Esto son 42,195 km tras haberle regalado al cuerpo 3,8 km nadando y 180 más a lomos de la cabra (porque entendemos que la fiebre por esta disciplina es tal que nadie osa plantarse en la primera transición sabiendo que le espera una bici de carretera monda y lironda. Los besos de ‘la flaca’ se la traen al pairo a los amigos del Ironman; llamémosle así, que no se enfaden los colegas de Challenge, para entendernos, pues aclarado quedó en el primer párrafo que lo correcto, si la aprueba no está amparada por la franquicia de marras, es triatlón de larga distancia).

En busca de las diferencias entre el maratón a pelo y el maratón dentro del triple deporte topamos con uno que sabe la tira del asunto. Iván Álvarez @ivanalvarezgomez, dos veces ganador del Triatlón de Vitoria. El madrileño triunfó en las ediciones de 2016 y 2017, en la última de ellas con un crono de 2:43:52 en la fase decisiva. Para que empecemos a echar cuentas, deciros que posee 1:09 en media maratón y que nunca se ha enfrentado a los 42,195 km por sí solos; aunque su faceta de entrenador de decenas de aficionados le convierte en una voz más que autorizada.

Las diferencias entre la maratón de un distancia Ironman y una maratón sola son muchas… y los ritmos también.

Iván, cuyo pasado deportivo se remonta a las artes marciales y el mountain bike, lleva casi dos décadas en el triatlón, donde atesora un palmarés repleto de podios (con más de una decena de victorias en las más variadas distancias). En ese periplo ha aprendido que “las diferencias entre la maratón de un distancia Ironman y una maratón sola son muchas… y los ritmos también".

Comencemos por el principio, el entrenamiento: “Siempre poniendo como protagonistas a atletas amateurs que entrenan un mínimo de cuatro días a la semana, bajo la supervisión de un entrenador. Un runner se puede centrar más en la carrera y la fuerza (dos disciplinas), sin acumular tanta fatiga fisiológica como el triatleta, que tiene que meter en la ecuación la natación y la bici (lo que mas tiempo quita). Ojo, que no estoy diciendo que el aficionado que prepara una maratón no tenga ese cansancio, por supuesto que lo tiene, pero en la mayoría de las veces es más muscular, ‘dolor de patas’, que el cansancio por acumulación de horas que entrena un triatleta de larga distancia".

A favor del triatleta, destacar que, seguramente no llegue a sufrir un daño muscular tan elevado como el que pueda padecer un corredor

Iván, que comprende perfectamente las cábalas que debe hacer un deportista no profesional para disfrutar de su hobby (es padre de dos criaturas, que os vamos a contar; bueno sí, que del nacimiento de la última se enteró nada más cruzar victorioso la meta de su último triunfo en la capital alavesa), nos habla ahora de ritmos: “El corredor tiene algo más de margen para poder hacer series a mayor intensidad y tiradas más largas porque las recuperaciones son también un poco más rápidas. El triatleta tiene que medir este tipo de esfuerzos para no restarle demasiado a las otras disciplinas. También medir más las cargas dependiendo que disciplina toque al día siguiente. A favor del triatleta, destacar que, seguramente no llegue a sufrir un daño muscular tan elevado como el que pueda padecer un corredor".

Vayamos a la mesa, un tema de candente actualidad entre los que disfrutan acumulando kilómetros, sobre todo ahora que la cosa se ha puesto un poquito más complicada que en la época del arroz, la pasta y el pollo: “El corredor puede permitirse (siempre con mucha fuerza de voluntad, lo que supone un coste mayor que salir a correr 30 km) perder algo más de peso, llegar más ‘fino’ que el triatleta. Este último, si cierra ‘el pico’ demasiado, es posible que lo pague en bici, aunque con un buen trabajo de fuerza empiezo a tener mis dudas..."

Y por fin la pregunta que muchos triatletas de larga distancia se han hecho más de una vez: ¿Qué tiempo haría si corriera una maratón sola? “En mi opinión esto es muy difícil de extrapolar, son muchas variantes en un escenario completamente diferente, con un nivel de fatiga también muy distinto. Pero ahí van algunos números de pupilos míos, tres ejemplos reales de maratones llanas en ambos casos, con los que hacer una media estimada de las diferencias:

  • Maratón triatlón de larga distancia (3:30) vs maratón sola (3:14); 16 minutos de diferencia.
  • Maratón triatlón de larga distancia (3:12) vs maratón sola (2:47); 25 minutos de diferencia.
  • Maratón triatlón de larga distancia (3:02) vs maratón sola (2:43); 19 minutos de diferencia.

Con lo que llego a una conclusión: en la mayoría de los casos, no debemos compararnos corredores y triatletas de larga distancia".