"A las 3:40 la alarma de mierda destroza mi mundo; estoy convencido de que sólo la muerte es peor"

El impactante relato en primera persona del australiano Josh Amberger del IRONMAN 70.3 Sunshine Coast del pasado fin de semana y que refleja la relación de amor y odio que tenemos todos los triatletas con nuestro propio deporte.

"A las 3:40 la alarma de mierda destroza mi mundo; estoy convencido de que sólo la muerte es peor".
"A las 3:40 la alarma de mierda destroza mi mundo; estoy convencido de que sólo la muerte es peor".

El pasado fin se semana se disputó en Australia el IRONMAN 70.3 Sunshine Coast. La victoria fue para Aaron Royle, seguido de Max Neumann y de Josh Amberger, que completó el podio. Pero nos quedamos con el relato que ha hecho este último en las redes sociales.

Amberger, 2º en el IRONMAN de Vitoria 2019 por detrás de Eneko Llanos, narra con una crudeza poco habitual cómo vivió la prueba, las sensaciones que experimentó antes, durante y después de la misma, y los pensamientos encontrados que tuvo y que ponen de manifiesto la dualidad amor-odio hacia nuestro deporte a la que todos los triatletas nos hemos enfrentado en algún momento...

Merece la pena leer el texto de principio a fin porque seguramente te sentirás identificado con el bueno de Josh Amberger...

Crónica de carrera... 

3:40 am. La alarma de mierda del despertador destroza mi mundo. Estoy convencido de que solo la muerte es peor. Tentadoramente, cierro los ojos, el olvido sería más fácil. Me acerco a Ash (Ashleigh Gentle, triatleta profesional australiana, es la pareja sentimental de Amberger) para abrazarla. No hay respuesta. Ella también podría estar muerta. Pero nos levantamos por amor al deporte...

La lluvia nos saluda cuando llegamos a la transición. Está oscuro y no se ve nada, a menos que seas una zarigüeya o comas zanahorias en el desayuno. Cuando se acerca la hora de la salida, les deseo suerte de manera trivial a mis rivales. Qué mentiroso soy. Una vez que arranque la carrera, tengo la intención de acabar con ellos...

Pistoletazo de salida. Tomo la iniciativa. Royle pronto me alcanza y se detiene en seco, torpedeado desde un submarino cercano. Posiblemente se haya hundido. Yo espero que sí. El historial en su contra es abominable. Llegar a la T1 no es muy divertido. Arena, luego betún. Mis pies están jodidamente negros. A la bici...

Una cacatúa negra presagia nuestro paso, una maravilla fugaz que me hace tomármelo con sentido del humor. Neumann acelera el ritmo, pero me pilla en plena siesta. Mi observación de las aves me conduce a la ruina, mi cuerpo no responde. Vuelvo a mi mecanismo de defensa favorito, lamiendo un bigote que ya no tengo... 

Atrapado en estasis. Ni atrapar, ni ser atrapado. Las cosas se ven iguales, como una novela de Tom Clancy. Un gel se coagula en mis dedos. Otro diluvio. Mis trazadas en los giros con la carretera húmeda están menos probadas que una vacuna rusa contra el Covid. No me sigas, ahora soy un Zwifter (usuario de Zwif). ¿Quién coge la bici cuando llueve?

Fin de la bici. 60 segundos perdidos. El triatlón de fantasía me hace ganar tiempo en el primer cambio de sentido. El triatlón de fantasía es un juego de mierda que nunca deberías jugar. 2 minutos atrás. Se convierten en 3. Pierdo la concentración. McKenna ve la oportunidad y se lanza a por el podio. Aplico un torniquete para detener la hemorragia, McKenna, ahora hacia abajo. Tercer puesto asegurado para mí.

En los últimos momentos de la carrera reflexiono sobre el año. Agradezco que no hayamos tenido que hacer esto muy a menudo. Mis piernas están reventadas. Mis testículos, retorcidos. Me he orinado encima. Es horrible. Pero cuando termino, solo pasan unos segundos antes de que entierre el hacha. Con una sonrisa irónica, pienso: 'Joder, sí. Ha sido de mal gusto... 

Tengo el IRONMAN de Cairns en dos semanas. El doble de miseria, quizás el triple... ¡Pero estoy deseando que llegue!

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

#im703sunshinecoast race report: 3:40am. Shitty alarm tone shatters my world. I’m convinced only death is worse. Temptingly, I close my eyes, oblivion would be easier. I roll into Ash for cuddles. No response. She might be dead too. But we rise for the love of sport. Rain greets us as we arrive at transition. It’s dark & impossible to see, unless you’re a possum or ate carrots for breakfast. Closer to start, I offer platitudes of luck to my rivals. How mendacious of me. Once the gun goes I intend to reign them with fire & brimstone. Commencement. I take the lead. Royle soon overtakes then stops dead, torpedoed from a nearby u-boat. Has possibly sunk. I hope so. Track record against him is abominable. Long run to T1 ain’t much fun. Sand, then bitumen. My feet are fucking done. Onto the bike. A black cockatoo heralds our passing, a fleeting marvel which has me larking. Neumann cranks the pace but I’m caught napping. My bird watching leading to ruin, my body not responding. I revert to a favoured coping mechanism, tonguing a moustache no longer there. Calls for a penalty had already been made on account of its shaving, some fans left gasping. Trapped in stasis. Neither catching, nor being caught. Things look the same, kind of like a Tom Clancy novel. A gel coagulates on my fingers. Another deluge of rain. My lines through wet corners less tested than a Russian covid vaccine. Don’t follow me, I’m a Zwifter now, who rides in the rain? End of bike, 60 seconds behind. Fantasy triathlon has me gaining time by the first u-turn. Fantasy triathlon is a shit game you should never play. 2 minutes behind. Becomes 3. Losing focus. McKenna sees opportunity & makes a charge at the podium. I apply a tourniquet to stop the bleeding, McKenna now in remission. 3rd locked away. In the dying moments of the race I reflect on the year. I’m grateful we hadn’t had to do this very often. My legs are shot. My testes feel twisted. I pissed on myself. It’s horrible. But as I finish, only seconds pass before this goldfish buries the hatchet. With a wry smile I think ‘Fuck yeah. That was sick. I missed that. So good’. Ironman Cairns in 2 weeks. Double the misery, maybe triple. ‘Can’t wait!’😁

Una publicación compartida de Josh Amberger (@josh_amberger) el