Producido por la Super League Triathlon, se titula Invencible... y el protagonista es Vincent Luis, vigente campeón del mundo y uno de los favoritos indiscutibles al oro en la prueba de triatlón de los Juegos Olímpicos de Tokio que se disputa el próximo 26 de julio.
Se trata de más de media hora de documental que nos descubre la figura del triatleta francés: cómo vive, cómo entrena, cómo comparte su pasión por el triatlón con su pareja y también PRO Taylor Spivey...
Además, sus padres y amigos explicán cómo se abrió camino en el deporte profesional y comparten imágenes de archivo nunca antes vistas. Y algunos de sus rivales, como Jonny Brownlee, Marten Van Riel o Henri Schoeman, ponen en valor el talento de uno de los mejores triatletas del momento.

El extenso reportaje incluye una charla de amigos entre el propio Vincent Luis y Jan Frodeno, tricampeón del mundo IRONMAN (2015, 2016 y 2019) y oro olímpico en Pekín 2008. Mientras se toman un café en el local que 'Frodo' tiene en Girona, el triatleta alemán le dará su particular 'bendición' para la trascendental cita del próximo 26 de julio: "Tokio es tu gran oportunidad y creo que estás hambriento"...
Pero el ascenso hasta la cima del triatleta galo, de 32 años, no ha sido sólo un camino de rosas. En 2013, en vísperas de la Gran Final de Londres de las Series Mundiales –que acabó con la histórica victoria de Javier Gómez Noya sobre Jonny Brownlee en un épico sprint final–, la vida de Vincent cambió...
“Creo que tres días antes de la carrera, me tumbé en la camilla del fisio y sentí que algo andaba mal. Le dije que no me sentía bien. Notaba el corazón palpitando con demasiada fuerza. Le pedí al fisioterapeuta: 'No se lo digas a nadie, quiero correr, tengo una carrera el domingo, está bien, estaré bien'. Y unos minutos después recibí una llamada del médico que me dijo: 'El fisioterapeuta me ha llamado y me ha dicho que no te sentías muy bien. No puedo culparle, ese es su trabajo, no puede dejar que corras así'. Tuve suerte", reconoce el vigente campeón del mundo.
Efectivamente, por fortuna, el médico de la competición era un eminente cardiólogo, que le sometió a las pertinentes pruebas. “Sí, tengo un nervio extra en mi corazón. Se llama Síndrome Wolff-Parkinson-White. Se trata de una ruta eléctrica adicional del corazón que lleva a períodos de frecuencia cardíaca rápida (taquicardia). Si desaparece cuando estás entrenando, cuando tu corazón sube, está bien. Pero si no desaparece, puede hacer que tu corazón se acelere demasiado", aclara el francés, que pudo competir en aquella Final de las WTS en Londres (acabó 5º), aunque su licencia quedó suspendida inmediatamente después y tuvo que pasar por una cirugía cardíaca en París que le permitió reanudar su carrera.
"Ahora, todos los años, necesito hacerme una revisión. Todo marcha bien", asegura Vincent Luis, que también tuvo que superar la repentina muerte de su amigo y también triatleta de élite Laurent Vidal en 2015.
“Estaba entrenando. Recuerdo que por la mañana recibí un mensaje de texto: Laurent ha sufrido un ataque al corazón esta noche. No se despertó, no lo logró... Cogí el tren, fui al funeral... Y creo que ese fue el día en que me di cuenta de muchas cosas... Ya no lo volveríamos a ver. Fue un período difícil en el que perdí también a mis dos abuelas"...