Roger Gimeno Sánchez: Querer es poder

Roger decidió cambiar su vida, retomar el deporte que había abandonado y afrontar un triatlón.

Triatlón

Roger Gimeno Sánchez: Querer es poder
Roger Gimeno Sánchez: Querer es poder

Tengo 23 años y soy de Barcelona, aunque vivo en San Sebastián desde hace tres años y medio. En Barcelona practicaba baloncesto y bici de montaña, pero al irme al País Vasco dejé el deporte y empecé a vivir la vida sin frenos. Un día de febrero vi unos videos de Josef Ajram y Valentí Sanjuán y decidí volver a hacer deporte, decantándome por el triatlón. El 15 de septiembre se hacía un triatlón y me apunté para hacer el sprint, sabiendo que podía perder los 40€ de la inscripción o hacer el ridículo.

Decidí preparármelo bien: me apunté a un gimnasio, hice una prueba de esfuerzo y contacté con un entrenador personal, Iker Erkizia. Durante los dos primeros meses estuve con una dieta y haciendo una hora y media diaria de ejercicio y muchos estiramientos para coger flexibilidad. Poco a poco fui rebajando mi peso, desde los 106 kilos que tenía.

En agosto mi tío me prestó su bici de carretera y 'la puse a punto'. Todos los días salía a rodar un rato. El día de la prueba se acercaba y cada vez estaba mejor: en el trabajo, conmigo mismo, con la vida... En seis meses había bajado a 80 kilos y en tres meses y medio había
sido capaz de prepararme para un triatlón. Pero el viernes antes de la prueba mi entrenador me dijo que tenía un 60% de posibilidades de no terminar.

Horas antes de empezar estaba muy nervioso y casi no pude almorzar, pero los nervios se me quitaron cuando me metí en el agua. Nadé en 24:26, con el agua muy movida, hice los 20 km de bici en 48:31, y corrí en 27:09, para un total de 1h45:10. Quedé muy satisfecho y reconfortado con el trabajo hecho… y decidí apuntarme al Garmin Triathlon en Barcelona, 15 días después.

En éste me divertí mucho más e hice mejores tiempos (1h30:10). Un mes después me compré una bici, que ahora sí puedo decir que es mía. Tras lo conseguido estos meses sé que con sacrificio y esfuerzo todo es posible. Entrenar ha cambiado mi vida; me ha hecho sentir fuerte cuando antes me sentía débil. Descubrí que el miedo está en la mente y que si no lo controlamos nunca conseguiremos triunfos.

Ahora puedo hacer cosas que antes me parecían imposibles, pero ese “imposible” es sólo una barrera que nosotros mismos nos creamos. Porque querer es poder; todo depende de ti. Este año espero seguir disfrutando de este mundo y hacer en octubre el Medio Ironman en Lanzarote.