El 70.3 de Pucón (Chile) en enero, el de Buenos Aires (Argentina) en marzo y el de Oceanside (California, EEUU) en abril... tres victorias Ironman esta temporada... Y no tiene el póquer por apenas 30 segundos, los que le faltaron para alcanzar a Alistair Brownlee en el de St. George (Utah, EEUU)…
Y a todo esto hay que sumar el triunfo en The Championship de Challenge, donde sí derrotó a Alistair, que sufrió una pájara de campeonato, y al alemán Sebastian Kienle (2º), que fue quien le puso el apodo de “Predator”… Una racha impresionante de resultados que contrasta con el decepcionante rendimiento que ofreció en el Mundial Ironman de Kona el año pasado. Acabó 29º, en 8:44:49, a casi 40 minutos de Jan Frodeno.
Sin embargo, el triatleta canadiense ha tenido tiempo suficiente para reflexionar. Además, ha contado con un consejero de lujo: Dave Scott, seis veces campeón del mundo Ironman. Entre los dos han dado con las claves que han derivado en esta mejora de las prestaciones de Sanders.
EL GLÚTEO
Una de las primeras lecciones que ha aprendido Lionel es que los glúteos son potencialmente el músculo más fuerte del cuerpo. Por eso, los triatletas deben asegurarse de trabajarlos con frecuencia y de la manera adecuada, para luego utilizarlos al máximo de su capacidad, sobre todo en la bici y en la carrera a pie.
LA EFICIENCIA LO ES TODO
Scott ha recordado a Sanders que una de las claves de las pruebas Ironman es la eficiencia. Los triatletas que dosifican el esfuerzo y reparten la carga de trabajo entre más músculos serán capaces de mantener ritmos más altos durante más tiempo.
Sanders puso ya esta teoría a prueba en el Ironman de Arizona, a finales de 2016. Allí promedió 318 vatios durante las primeras 3 horas y 30 minutos.
"Mi rendimiento bajó durante los últimos 35 minutos", dice Sanders. "Pero fue una decisión consciente. Yo sabía que la prueba se ganaría en la carrera a pie. Y en este momento, yo estaba en segundo lugar, sólo 2 minutos por detrás del líder ".
En los últimos 35 minutos, Sanders registró una media de 290 vatios, para un promedio total de 315, superando su antiguo récord del Ironman de Florida de 2014 por 2 vatios.
"Diría que las sensaciones que tuve durante la carrera a pie fueron las mejores que nunca había tenido. Hice 1:18:30 al paso por la media maratón y sentía que iba relativamente fácil. Lógicamente, los últimos 15 kilómetros resultaron mucho más duros por el cansancio acumulado”, relata Sanders.
POSICIÓN EN LA BICICLETA
Por último, Sanders está plenamente convencido de que la posición en la bici resulta también fundamental para reclutar más músculos a la hora de mover los pedales con mayor potencia y menor fatiga, al haber más fibras trabajando al mismo tiempo.
Lionel “Predator” Sanders ha adelantado que su objetivo, desde ya, es el Ironman de Hawaii, por encima, incluso, del Mundial Ironman 70.3. El tiempo dirá si es capaz, con estas nuevas “armas”, de repetir en Kona lo que está haciendo en las carreras 70.3.