La temporada 2013 fue la de su consagración definitiva en la élite mundial del triatlón (finalizó tercero en la general de las Series Mundiales ITU, sólo por detrás de Gómez Noya y Jonathan Brownlee), y en las primeras pruebas de 2014 ha demostrado que puede plantar cara a cualquiera. Despuntó como junior -fue campeón mundial de la categoría en 2009-, y en la actualidad, a sus 24 años, es el triatleta más emergente del circuito y el máximo aspirante a asaltar el trono de los últimos campeones. Mario ha pasado de nivel y se encuentra ahora ante el reto de mejorar su tercer puesto en el escalafón mundial. ¿Quieres saber cómo afronta la temporada 2014?
2009, Gold Coast Australia. ¿Qué recuerdas de ese primer gran título mundial en categoría junior? Debió ser algo alucinante para un chico de menos de 20 años, ¿no?
Fue una experiencia fantástica que mejoró de lejos mis mejores expectativas. Recuerdo la sensación de incredulidad y felicidad que me invadió al cruzar la línea de meta; sin duda, compensaba cualquier sacrificio hecho antes de poder llegar hasta allí.
Tu peor día en lo deportivo, ¿cuál fue y por qué?
Supongo que alguno de esos días en que ya no iba desde la natación, en los que después de larguísimos viajes me volvía a casa más detrozado que el juguete de un perro.
A principio de año escribías en tu blog que tu objetivo para esta temporada era “volver a pelear por estar lo más arriba posible en la general del Mundial ITU”. Después de acabar 3º el pasado año, ¿te ves en condiciones de mejorar este puesto?
Tengo la obligación de verme en esas condiciones. El pasado año fue muy bueno para mí en cuanto a resultados, pero la razón por la que entreno cada día (yo, y todo el que conozco) es para mejorar. ¿Que es más complicado mejorar un 3º que un 30º? Si, pero más complicado lo tiene el 1º, que en el mejor de los casos puede quedarse igual. Aunque ya querría cualquiera estar en esa situación.
En el segmento de la carrera a pie estás al nivel de cualquiera de los mejores (Javi, los hermanos Brownlee, Murray…),pero en ocasiones empiezas el segmento de la carrera con desventaja respecto a ellos. ¿Te preocupa esto?; ¿en qué debes trabajar para minimizar estas pérdidas previas a la carrera?
Esta es una de mis mayores motivaciones. Javi y los Brownlee han cambiado por completo la dinámica de las carreras, y ahora cualquier diferencia en la natación se convierte, la mayoría de ocasiones, en un escollo inalcanzable. Ya no vale con “aguantar” en el agua y dejarse llevar en bici, por lo que en ello trabajamos.
Este año estás de nuevo con el grupo de entrenamiento de Joel Filliol. ¿Habéis introducido algún cambio importante en el entrenamiento con respecto a la pasada temporada?
Seguimos básicamente con la misma dinámica de trabajo. No vamos a pecar de conformistas, pero creo que cuando las cosas van bien no tiene demasiado sentido hacer grandes cambios.
Ganaste las dos primeras pruebas de la Copa del Mundo, en Mooloolaba y New Plymouth, sumando 600 puntos para el ránking ITU WTS. ¿Tu principal objetivo al competir allí era sumar estos puntos para el ránking general o te las tomaste como pruebas de principio de temporada para lograr la perfecta puesta a punto?
El objetivo era empezar a competir antes de que llegaran los primeros grandes tests de la temporada, que eran las Series Mundiales de Auckland y Cape Town. Empezamos la temporada en Noviembre, y después de varios meses en Christchurch, dónde hemos estado entrenando este invierno, pensamos que era la mejor opción para reencontrarnos con el ritmo de competición. A eso se añadió el hecho de que ambas carreras estaban a sólo un vuelo relativamente corto.
Esta temporada las Series Mundiales son aún más exigentes, con pruebas en los cinco continentes, lo que os obliga a continuos viajes por todo el mundo. En este sentido, ¿qué es lo que más y lo que menos te gusta de tu vida como triatleta? Y a nivel económico, ¿cuentas con ayudas para costearte estos desplazamientos?
Es un lujo poder viajar por todo el mundo, conocer otros países, competir en nuevos “circuitos”. El problema es que nos obliga a someter al cuerpo (y al bolsillo) a un ritmo al que no sabemos cuánto aguantará. Cuento con el apoyo de patrocinadores y alguna que otra beca para financiarlo, y es que sin ellos esta aventura sería completamente inviable.
En años pasados has sido muy crítico con el modelo de las Series Mundiales (que obliga a competir mucho para optar a un puesto de Honor en el Ránking ITU) y también fuiste crítico, por el mismo motivo, con el sistema de clasificación para los anteriores Juegos Olímpicos. ¿Crees que las autoridades deportivas piensan más en los intereses económicos que en los intereses de los triatletas?
Todos tenemos claro que somos parte de un negocio, con sus cosas buenas y sus no tan buenas. Nadie está obligado a competir para la ITU, pero nadie quiere renunciar a hacerlo; por profesionalidad, amor al deporte o por alcanzar el “sueño olímpico”. La realidad a la que nos enfrentamos es que el triatlón (en su modalidad olímpica) es un deporte en el que los tres mejores triatletas del mundo viven muy bien, y quizás algún otro con dotes para el márketing, mientras que la gran mayoría se da con un canto en los dientes cuando recupera el dinero invertido y puede volver a competir.
¿Qué valoración haces del momento actual del triatlón español, con triatletas destacando en todas las distancias y categorías?
¡Es fantástico! Es un hecho que favorece a la expansión y conocimiento de nuestro deporte, aumenta el interés de patrocinadores y organizadores, etc. Todo deporte necesita de sus figuras, a los que la gente pueda seguir y emular, y qué mejor que estos sean españoles.
España está actualmente al nivel de potentes selecciones nacionales como la australiana, neozelandesa, inglesa o francesa. ¿Dónde reside el truco?, todos sabemos que no hay los mismos recursos para unas selecciones que para otras, ni tampoco el bagaje histórico-deportivo. ¿Es España un buen ‘invernadero’ de triatletas por sus condiciones climatológicas, sociales, económicas…?
Tenemos la gran suerte de reunir un conjunto de factores que hacen de nuestro país un lugar idóneo para la práctica del triatlón. Su meteorología, medios para el entrenamiento (piscinas o buenas carreteras, entre otros) y el hecho de que contemos con entrenadores capaces de formar a jóvenes en edad escolar, son sin duda buenas circunstancias para dar salida a grandes triatletas.
En los Juegos Olímpicos de Londres 2012 aprendiste mucho sobre cómo competir en el evento más importante sobre distancia 1500/40/10. ¿Dónde te gustaría estar en los JJ.OO. Río 2016 y que cambiarías con respecto a cómo preparaste la cita de 2012?
Quisiera llegar a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro con opciones reales de poder luchar por una medalla. Procuraré preparar la cita con las mismas ganas que lo hice en 2012, pero con la madurez y la experiencia que este nuevo período me pueda aportar.