Clemente Alonso: "Los pro tenemos suerte de que Iván Álvarez empezara tarde en el triatlón"

Clemente es el entrenador de Iván desde hace varios años.

Clemente Alonso: "Los pro tenemos suerte de que Iván Álvarez empezara tarde en el triatlón"
Clemente Alonso: "Los pro tenemos suerte de que Iván Álvarez empezara tarde en el triatlón"

"Algunos tendemos a darle mucho valor a trabajar. No sólo porque es algo que está en nuestra mano, no como el talento, que más o menos depende de los genes que te tocaron o, en menor medida, del trabajo hecho en etapas tempranas del desarrollo como deportista. Casi cualquier persona que conozca a Iván, al hablar de él, acabará pasando por dos puntos invariablemente. Casi seguramente empezará por decir que es un tío majísimo. Después mencionará que es un auténtico currante.

Conocí a Iván en 2009 en Hawaii, cuando coincidimos en el mismo apartamento. Ya entonces me quedó claro que, como decía antes, era (y es) un tío majísimo y por tanto no es difícil que quedara cierta amistad tras ese viaje. Alguna vez, después, pasábamos a verle por “La Bode” y pudimos ir viendo que trabajaba un montón (y a deshoras) y, aun así, conseguía sacar tiempo para entrenar, como tantos otros en esas circunstancias, a base de dormir poco. Aquello no sólo te hacía pensar en hasta dónde llega la voluntad cuando alguien está motivado para hacer cosas, también hacía sospechar que si alguien rendía así, durmiendo tan poco, es que además probablemente tenía buenas condiciones para el deporte.

Tiempo después, Iván me pidió que le entrenara. Estuvimos viendo qué había hecho hasta entonces y, viendo que los contenidos de trabajo previos eran buenos. Se trataba de darle una vuelta de tuerca proporcional a las ambiciones que pudiera tener como competidor, siempre con la vista puesta en qué podía recuperar y qué no alguien que trabaja tanto y descansa lo justo o menos de lo justo. A partir de ese momento me quedaron claras dos cosas. La primera era que los que competimos en pro teníamos suerte de que Iván hubiera empezado tan tarde con el deporte. La segunda que Iván era un atleta de gran talento, con una gran ética del trabajo y una inmejorable actitud hacia el mismo, y una pega principal que era cuánto podía descansar para recuperar la carga de entrenamiento.

Este año, por circunstancias, por fin Iván pudo descansar un poco más, todavía lejos de lo deseable para un deportista que quiere dar el máximo compitiendo, y ha vuelto a subir un escalón más en su progresión como deportista, que, dada su ética de trabajo, dudo que sea el último y que supone un ejemplo para todos, demostrando cómo a pesar de no estar ya en la edad ideal, a pesar de cumplir perfectamente con exigentes obligaciones laborales (aparte de disfrutar cumpliendo las familiares), se puede sacar un buen entrenamiento y mejorar, aun cuando lo fácil sería ya ir acomodándose. Como suelo decir con los deportistas que mejor entrenan, yo con Iván me iría a cualquier guerra".

CLEMENTE ALONSO