Cuidado con el sol

Cuando salgas a entrenar no te olvides de la importancia de protegerte del sol, y no solamente en verano.

Javier Bañon Izu

Cuidado con el sol
Cuidado con el sol

La radiación ultravioleta (UV), que comprende el 5% de toda la energía del sol que llega a la superficie de la tierra, tiene efectos muy benefi ciosos para nuestro organismo: nos proporciona calor, fortalece nuestros huesos y nos ayuda a estar más animados gracias a su acción antidepresiva. Esta capacidad que tiene de penetrar en la piel la hace también responsable de ciertas alteraciones que se producen a nivel cutáneo.

Dependiendo de la profundidad de penetración de los rayos UV en la piel, los efectos son distintos. Los UVB llegan sólo hasta la epidermis y tienen efectos a nivel agudo como la quemadura o eritema solar y la fotoinmunosupresión. Los UVA, que llegan hasta la dermis, tienen consecuencias a largo plazo por acumulación de exposiciones solares: la más frecuente es el fotoenvejecimiento, pero también las alergias solares y las manchas cutáneas.

El daño reiterativo de la radiación solar provoca mutaciones en las células de la piel, que pueden llegar a desencadenar lesiones precancerosas y cancerosas. Para mantener nuestra piel sana y prevenir estas patologías, es imprescindible protegernos bien del sol.

Deben tener especial cuidado los niños, las personas con piel y ojos claros y los pacientes inmunodeprimidos. En el caso de los niños, es muy importante una correcta fotoprotección infantil ya que su piel es todavía inmadura y sus mecanismos de defensa todavía no están desarrollados totalmente.

Hoy en día, fotoprotegerse bien es fácil y agradable. Entre los consejos básicos de los especialistas destacan la importancia de fotoprotegerse bien todo el año, evitando especialmente el sol en momentos de riesgo como en la playa, esquiando, practicando deporte al aire libre,… Además, evitar la exposición en las horas de mayor incidencia UV y utilizar un fotoprotector adecuado a las necesidades específicas de cada persona, así como gorras, camisetas, gafas de sol y sombrillas.

Debes tener también en cuenta cuál es tu tipo de piel para elegir la protección que necesitas. La clasificación del tipo de piel, conocida como fototipo, depende de la cantidad de melanina e indica la forma en que la dermis asimila la radiación solar. Se evalúa en una escala del 1 al 6, y cuanto más bajo sea el fototipo, más elevado será el protector solar que deberemos utilizar:

FOTOTIPO I-II: Pieles extremadamente sensibles al sol, siempre se queman en la exposición solar y no se broncean.
FOTOTIPO III-IV: Pieles sensibles al sol y/o pieles que se queman a menudo al exponerse, pero se broncean ligeramente.
FOTOTIPO V: Pieles resistentes al sol que casi nunca se queman.
FOTOTIPO VI: Pieles poco sensibles al sol. Toleran la exposición solar sin problemas de fotosensibilidad.

Fotoprotección desde pequeños

El riesgo de desarrollar cáncer de piel puede reducirse en un 75% si durante los primeros 18 años de vida se siguen hábitos adecuados en fotoprotección. Las quemaduras por el sol pueden parecer solamente una irritación temporal, pero en realidad pueden causar daños para toda la vida. De hecho, el riesgo de melanoma se duplica al haber sufrido una o más quemaduras solares en la infancia o adolescencia.

Otro indicador de riesgo para el desarrollo de melanoma son los nevus o lunares. Actualmente, se está registrando un notable aumento de lunares en edad infantil, lo que puede predecir un mayor riesgo de sufrir este cáncer cutáneo, que es el más grave que existe. Según un estudio, los niños que practican deporte al aire libre desarrollan más nevus que los demás ya que no se toman las medidas de fotoprotección adecuadas.

Además, los niños que han sufrido quemaduras solares tienen con mayor frecuencia más de 50 lunares, a diferencia de los que no se han quemado. A pesar de que la concienciación sobre fotoprotección ha aumentado, los padres siguen asociando esta práctica únicamente a la playa y la piscina. Según un estudio realizado por el Observatorio del Cáncer de la Asociación Española contra el Cáncer, sólo un 32,3% de los padres percibe que su hijo está expuesto al sol en el patio del colegio, y un 31,9% en las actividades que el pequeño realiza durante el fin de semana.

Consejos para fotoprotegterte bien

  • Aplícate protector solar al menos 30' antes de empezar a practicar deporte. Así te asegurarás de que el protector penetra bien en la piel.
  • A cada zona aplica un protector adecuado. No es lo mismo proteger los labios que los brazos y o las piernas.
  • Si es posible, especialmente durante el verano, evita entrenar en las horas centrales de luz (12-16hrs.), cuando el Sol está más cercano a La Tierra.
  • Combina el fotoprotector con gafas de sol y gorra o cubierta protectora.
  • Fotoprotégete durante todo el año, no sólo en verano o cuando vas a la playa. Y especialmente en días nublados, donde aumenta la radiación.
  • Con la altura aumenta la radiación, tenlo en cuenta si entrenas o compites en estas circunstancias.
  • Los tejidos ceñidos, especialmente sin son polipropileno, mantienen una baja conductividad térmica manteniendo estable la temperatura en cualquier situación, así como la piel seca al transferir mejor la transpiración y otra barrera de fotoprotección extra.