'Otitis del nadador'
La otalgia es el dolor intenso en el oído y el síntoma más frecuente de la otitis externa difusa del verano, también conocida como 'otitis del nadador', una dolencia que suele ir acompañada de supuración y de una disminución de la audición.
Cualquier desequilibrio en la flora cutánea del conducto auditivo externo puede originar una infección que, de no ser tratada correctamente, puede extenderse a territorios vecinos y complicarse.
La 'otitis del nadador' es la patología otorrinolaringológica más habitual durante la época estival, ya que se pasa mucho tiempo con la cabeza sumergida en el agua (no siempre limpia) de playas, ríos y, sobre todo, piscinas. Además, el calor, la humedad y el resto de líquido que queda en el oído tras el baño "son el caldo de cultivo perfecto para que determinadas bacterias y en ocasiones hongos produzcan infecciones".
Generalmente, cuando se examina una otitis externa aparece el típico signo del trago. “En ocasiones comienza con pinchazos esporádicos y otras es muy intenso y continuo”. El trago "es la protuberancia de cartílago que existe por delante de la entrada del conducto auditivo externo. Si presionamos sobre ella o si tiramos de la oreja hacia atrás, el dolor se intensifica”.
Otro de los signos que se pueden observar es el enrojecimiento del conducto, también el picor interno o la supuración y la disminución de la audición, y aunque la fiebre no es un síntoma habitual, en caso de existir debe ser valorado por un especialista para saber si la otitis se ha complicado extendiéndose a zonas adyacentes.
El tratamiento debe prescribirlo el médico y suele ser tópico con gotas mezcla de antibióticos y corticoides que se aplican directamente sobre el oído afectado, además de analgésicos para calmar el dolor. Es imprescindible evitar mojar el oído durante una semana aproximadamente.
En caso de que la otitis esté causada por hongos, el tratamiento adecuado son los antifúngicos junto con la aspiración periódica de las secreciones del oído.
¡Agua... fuera!
-Es recomendable secarse los oídos suavemente con una toalla e inclinar la cabeza para drenar todo el agua de los oídos después de cada baño.
-Se puede usar un secador de pelo (a la mínima potencia y a una distancia prudencial).
-Los baños de vapor ayudan a destaponar los oídos (hervir agua en un recipiente y colocar la cara cubierta con una toalla para evitar que el vapor se escape).
-Masticar o bostezar (la mandíbula está conectada con el conducto auditivo).
-También se aconseja el uso de tapones a medida, bandas de neopreno o gorro para el baño.
"Respecto a los tapones, hace años un otorrino me recomendó usar un modelo sencillo de silicona, curiosamente no era ni de cera ni hecho a medida. Se trata de unos tapones de apenas 3 euros. Los puedes comprar en la farmacia o en la zona de cosméticos de grandes superficies. Son unos tapones con tres aros concéntricos y una prolongación que se colocan con un tubito aplicador, un poco molestos el primer día por el “efecto tapón” que producen en el conducto auditivo, pero son tremendamente efectivos porque impiden la entrada del agua", asegura nuestro colaborador Alberto Cebollada.
-Se desaconseja el uso de bastoncillos, que eliminan la capa de cerumen que protege al oído de impurezas y patógenos y pueden producir heridas que son puerta de entrada para infecciones.
Otros recursos para combatir la 'otitis del nadador'
Hay en el mercado productos específicos que ayudan en la limpieza del oído. Hablamos de esprays o soluciones acuosas, como Audimer, a base de agua marina e ingredientes de origen natural.

Existen, igualmente, kits completos para la misma finalidad, como el de TILCARE, con botella de aerosol, jeringa con bombilla, curetas, toalla y 30 puntas desechables.
