Zapatillas de running para mujeres

Las zapatillas para mujeres no son sólo rosas. Te explicamos por qué necesitas unas zapatillas distintas a las de los hombres.

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Zapatillas de running para mujeres
Zapatillas de running para mujeres

El pie de la mujer no es el pie de un hombre y por desgracia en nuestra sociedad, hay costumbres adquiridas poco saludables.

Muchas mujeres suelen optar por zapatos nada recomendables para caminar en el día a día, incluso existe la mala costumbre de llevar el zapato muy justo. Esto se ha trasladado al calzado deportivo, siendo esto muy perjudicial para los pies y resto del cuerpo, porque aunque pensemos que los pies están ahí abajo y sufren solos… hay problemas originados en los pies que pueden afectar seguidamente a piernas, rodilla, cadera, espalda…

El aplastamiento de los dedos puede desencadenar diversos problemas, porque es ahí donde se encuentran muchas terminaciones nerviosas órganos y resto del cuerpo. De hecho, la acupuntura y reflexología trabaja problemas corporales en la planta de los pies, con lo que esas presiones inadecuadas es muy fácil que causen problemas.

Antes, las zapatillas deportivas se hacían iguales para hombre y mujer, diferenciadas sólo por un salto de tallaje inferior. A veces con decorarlas de rosa ya se decían que eran especiales para mujer...

Ahora, cualquier marca que se precie, ofrece un amplio abanico de modelos para mujer, sobre todo si son de gama alta, diferentes a las de los hombres, aunque las compañías no lo publicitan demasiado ni publican todos sus estudios. La estructura y, por tanto, el pie de una mujer tiene pequeñas diferencias al de los hombres.

Los más significativos son los siguientes:

  • Pie más pequeño.
  • Tobillos y pantorrillas más gruesos.
  • Más altos los arcos y empeine.
  • Más estrechos talones.
  • Los tobillos de la mujer se acercan medio centímetro más cerca del suelo.
  • Longitud del tendón de Aquiles es mayor.
  • El hueso Calcáneo tiene diferente inclinación.
  • En los días de la menstruación, los ligamentos y tendones se ablandan, con lo que la planta del pie baja más, esos día la altura del arco es menor.
  • Los dedos son más largos a diferencia de los dedos de los pies de los hombres que son un poco más gruesos.
  • La ligera separación de las caderas y altura del arco, hace cargar más el peso en la zona delantera.
  • El pie en general es más estrecho.

QUÉ CAMBIA

Por todo lo mencionado, la zapatilla de una mujer debe tener ligeras variaciones para que se adapte perfectamente a sus pies. Lo que a continuación detallamos no es lo que hacen todas las marcas en todas las zapatillas, más bien es el conjunto de especifi caciones, porque cada marca realiza unos retoques en sus modelos según sus estudios.

El diseño y resultado final afecta al talón, tanto en la cuña de aterrizaje, más redondeada porque ataca el suelo con diferente posición, como en la cavidad para el tendón, más largo.

El empeine es más alto, incluso alguna marca pone un contrafuerte con diferentes ajustes; la construcción de la zona de los juanetes (primera falange), para que recoja de forma más suave esa zona que afecta más a mujeres que a hombres. La densidad es menor en las espumas, que proporcionan amortiguación y comodidad, resultando más blandas.

Muchos modelos, tambien tienen los cortes de la suela, por donde necesita flexión diferentes a las de los hombres, porque la mecánica también dista entre los dos sexos. Toda la horma es diferente, más estrecha.

A modo de resumen, las tecnologías son iguales, pero para que actúen de forma diferente, la mujer necesita su ajuste y por eso la horma, en general, es diferente para poder acoplarse a todos esos puntos anatómicos diferentes y necesidades, en cuanto a comodidad y flexión, para disfrutar corriendo olvidándose de sus zapatillas.