'Todo bien atado'

¿Optamos por la rapidez en la transición o la eficacia y comodidad en la carrera?

'Todo bien atado'
'Todo bien atado'

Los cordones de las zapatillas cumplen la función de permitir un ajuste perfecto del pie a la misma, como si éstas fueran una prolongación de nuestro pie. Si esto es así para cualquier corredor, en el caso de los triatletas, que deben calzarse las zapatillas y lograr ese ajuste a la mayor brevedad posible en la segunda transición, la tarea se complica enormemente.

En el triatlón el cronómetro no sólo no se detiene cuando nadamos, montamos en bici o corremos, sino que la competición también abarca cuando cambiamos de segmento, lo que denominamos transiciones. Por ello, también entrenamos estas secuencias de cambio de segmento como un aspecto más. Para ejecutar las transiciones con la mayor rapidez y eficacia posible, no sólo tenemos que trabajar cuestiones técnicas, fisiológicas y estratégicas, sino elegir el material más adecuado.

Uno de los aspectos decisivos de la T2 (transición bici-correr) es el momento de ponerse las zapatillas e iniciar el segmento de carrera. Y una de las señas de identidad de los triatletas es usar gomas en lugar de cordones en sus zapatillas para hacer este gesto con la mínima pérdida de tiempo. Sin embargo, las gomas, además de  darnos rapidez para ponernos las zapatillas, nos pueden restar eficacia en nuestra carrera por una menor sujeción del pie dentro de la zapatilla. Entonces, ¿optamos por la rapidez en la transición o la eficacia y comodidad en la carrera? Respuesta salomónica: una solución para cada tipo de triatleta o triatlón.

MATERIAL PARA LA LAZADA DE LA ZAPATILLA

-Gomas: ideal para transiciones muy rápidas y por lo tanto para triatlones muy cortos, prima la velocidad sobre la eficacia.

-Gomas con tankas (locklaces): la transición es casi tan rápida, sólo ralentizada por el gesto de tensar la tanka (un par de segundos), a cambio tenemos mayor sujeción de pie y, por lo tanto, mayor comodidad y eficacia. Ideal para triatlones olímpicos. La opción recomendada para la mayor parte de los triatletas.

-Cordones con tankas: algo más lento que las opciones anteriores, pero la tanka facilita el ajuste de la zapatilla sin tener que hacer nudos que, tanto por el cansancio como por los nervios, se pueden resistir más de lo esperado. Ideal para triatlones de media y larga distancia donde prevalece la comodidad en carrera sobre la rapidez en la transición.

-Cordones: es la opción más lenta pero también la más fiable para quienes debutan en el triatlón y dan menos importancia al cronómetro y más a la experiencia en sus carreras habituales. Sin embargo, una vez más, el hecho de estar fatigado, con la tensión de la competición, o si la temperatura es baja, puede añadir dificultades a una acción sencilla en condiciones normales,  por lo que una tanka puede facilitar la tarea.

OPCIONES DE LAZADA

Una vez que hemos decido qué tipo de material vamos a utilizar para hacer la lazada, la siguiente decisión es cómo va a ser ésta. En el tema de la lazada, las opciones son varias y pueden ayudarte a eliminar dolores o, simplemente, a encontrar la alternativa más cómoda para tu tipo de pie. No vale cualquier tipo de lazada. Los ojales de las zapatillas están por algo; tenlo muy en cuenta la próxima vez que enlaces tus cordones. Desde reducir la presión en el empeine hasta hacer que el talón no se salga, son parte de las opciones de enlazar los cordones.

-Lazada para pie ancho: utiliza dos juegos de cordones cortos para obtener un ajuste mejor del pie, la primera lazada termina en los ojales intermedios y la otra continúa hasta el último par de ojales.

-Lazada para pie con mucho puente: saltarse un par de ojales en la lazada, alivia la presión en el empeine.

-Lazada para evitar problemas en los dedos y hematomas subungueales (uñas negras): cruza el cordón que sale de la zona del primer dedo hasta el ojal (donde atáis el nudo) contrario y pasas el resto de cordones de lado a lado.

-Lazada para pies con problemas de rozaduras (producidos por exceso de movilidad del pie dentro de la zapatilla): se utiliza el habitual patrón de lazada cruzada y al final introduces el extremo del cordón por debajo del ultimo ojal, y haces un nudo para fijarlo.