Andreas Mikkelsen, que ha conseguido terminar tercero el Mundial de Rally hasta en tres ocasiones (2014, 2015 y 2016), tenía ganas de hacer su primer triatlón. Al final se empeñó en debutar en casa, en Noruega, eligiendo el que muchos consideran el más duro del planeta: el Norseman.
El piloto noruego sabía lo que hacía… El deporte ha sido su vida. Empezó como esquiador pero, cuando a los 16 años las rodillas empezaron a darle problemas, se decantó por el motor. Ahora, con 29, ya ha subido tres veces al podio del Campeonato del Mundo de Rally.
Mikkelsen y su copiloto, Anders Jaeger, acostumbrados a las experiencias extremas a bordo de su bólido, se inscribieron en el Isklar Norseman Xtreme Triathlon: 3.800 metros de natación en aguas frías tras saltar de un ferri a las 5 de la mañana; 180 kilómetros de bici con 5.235 metros de desnivel, incluida la escalada a Zombie Hill; y para terminar, un maratón.
Compatibilizar la preparación para sus competiciones del mundial de rally con los entrenamientos para el triatlón no ha sido nada fácil. “Para contrarrestar nuestra falta de tiempo, priorizamos el ciclismo. Además, fuimos a reconocer el recorrido antes del verano. Aun así, estuve entrenando con la bici en las vacaciones en Ibiza. Los entrenamientos de piloto son cortos e intensos. Todo lo contrario que lo que necesita el triatlón. En primavera, también estuvimos nadando en el fiordo –fue mi primera sesión en aguas abiertas– y corriendo los 25 primeros kilómetros del maratón. Nos aconsejaron que nos pusiéramos en manos de un experto en aguas abiertas. Posteriormente, contamos con la ayuda de Kristian Blummenfelt. Kristian nos dio algunos consejos geniales sobre cómo usar menos energía en el agua y nadar más rápido, como realizar una entrada de la mano menos plana", explica Mikkelsen en www.redbull.com.
Llegó el día ‘D’, el pasado 5 de agosto. Y ambos, piloto y copiloto, lograron acabar el exigente Norseman: Mikkelsen, en la posición 90ª (de 238 triatletas), en 14:05:38; y Jaeger, en la 69ª, en 13:31:11.
Mi equipo de apoyo lo formaban dos de mis amigos. Uno había corrido el Norseman previamente y su experiencia fue realmente importante para nuestro éxito… Años atrás, la temperatura del agua del fiordo estaba en torno a los 13 grados. Pero esta vez subió hasta 18. Así que sabíamos que el agua estaba más caliente… Durante los 180 kilómetros de bici, yo apreté mucho en el descenso, ya que era mucho más emocionante. Nadie me pasó en esa parte. Aunque sí en la subida... Justo antes de la mitad del recorrido, mis piernas comenzaron a tener calambres. Me di cuenta de que había empezado muy fuerte la natación. Finalmente, logré superar los calambres comiendo bien, bebiendo mucho y obteniendo suficientes sales durante el resto de la prueba… Sufrí mucho dolor en la parte baja de la espalda, ya que mi cuerpo no estaba acostumbrado a soportar la posición aerodinámica de la bicicleta tanto tiempo… La carrera a pie fue realmente difícil. Sentía tanto dolor, estaba agotado. Mis piernas simplemente no tenían energía. Correr cuesta arriba era impensable. El día de la carrera, nada funcionó realmente. Pero lo logré… Ahora mismo me siento muy feliz y siento que he hecho mi primer y último Norseman, aunque dame una semana y podría decirte algo diferente", comenta el tricampeón del mundo de rally.