El Ironman de Frankfurt que se ha disputado este domingo será recordado como uno de los más duros. Los triatletas han tenido que correr gran parte del maratón final con temperaturas por encima de los 35 grados, aunque la organización había modificado algunos tramos del recorrido para que hubiera más zonas de sombra...
En cualquier caso, una imagen vale más que mil palabras... Para hacernos una idea más exacta del calor que han tenido que soportar los participantes, sólo hay que ver lo que ha hecho Sebastian Kienle, 2º en meta por detrás de Jan Frodeno, nada más acabar la prueba, después de 8 horas de esfuerzo... y de completar el segmento de bici de 185 kilómetros con un cristal clavado en el talón, una situación que ha generado otra de las imágenes del día: Frodeno, comprobando que su rival estaba entero en lugar de aprovechar para ganar tiempo...