Un triatleta dirige la primera línea de defensa contra el terrorismo en Nueva York

"Entreno a primera hora, antes de ir al trabajo o por la noche. Cuando me salto el entrenamiento un día, me siento culpable".

Un triatleta dirige la primera línea de defensa contra el terrorismo en Nueva York
Un triatleta dirige la primera línea de defensa contra el terrorismo en Nueva York

Triatleta tenía que ser... James Waters tiene 59 años. Es el jefe de contraterrorismo del Departamento de Policía de la ciudad de Nueva York. Y, efectivamente, está enamorado del triatlón...

Durante el día, Waters supervisa la Oficina de Contraterrorismo de Nueva York (CB), la primera línea de defensa de la ciudad contra la amenaza del terrorismo nacional e internacional. Además de coordinarse con agencias federales y estatales para compartir información de inteligencia para detectar posibles objetivos terroristas, Waters se encarga del desarrollo de estrategias para protegerse contra los ataques, como los del fatídico 11M.

"He servido en la policía de Nueva York durante 38 años. Mi vocación es proteger y servir a la gente de la ciudad de Nueva York todos los días", explica Waters que, para mantenerse en forma tanto física como mentalmente, ha elegido nuestro deporte: "A lo largo de mi carrera siempre he trabajado para mantener mi cuerpo fuerte y mi mente aún más fuerte, perfeccionando la capacidad de la concentración".

En 2018 Waters se unió al NYPD Triathlon Team, uno de los 23 programas de atletismo para oficiales de NYPD (New York Police Department) que forman la Liga Deportiva del Comisionado de Policía. "Tenía poca experiencia, pero mucho interés. Cuando empecé con los miembros del equipo y me enteré de sus historias y logros, quedé impresionado".

Waters no perdió el tiempo. Después de solo tres semanas de entrenamientos con su nuevo equipo, hizo su primera carrera, el Smith Point Sprint Tri en Long Island. "Estaba oficialmente enganchado", ríe Waters. Este mismo año ha completado su primer 70.3 en Virginia.

"Entreno a primera hora, antes de ir al trabajo o por la noche. Cuando me salto el entrenamiento un día, me siento culpable, pero trato de racionalizar y escuchar a mi cuerpo. Todos los atletas también deben hacer del descanso y la recuperación una prioridad, también es parte del entrenamiento", comenta.

"Hay algunos días en los que simplemente no tengo ganas de entrenar después de una larga y tensa jornada de trabajo. Las exigencias de mi profesión son inmensas y no siempre hay suficientes horas en el día. Entonces, busco el apoyo de mis compañeros para salir en bici, nadar o correr: ya sea un whatsapp o una llamada telefónica, o simplemente ver en Strava los entrenamientos que todos publican. Ese compromiso con mis compañeros me da el impulso y la confianza que necesito", concluye.