Terpstra firma en Flandes la primera victoria holandesa en 32 años

El tiempo respetó la 102º edición de la clásica.

EFE

Terpstra firma en Flandes la primera victoria holandesa en 32 años.
Terpstra firma en Flandes la primera victoria holandesa en 32 años.

Niki Terpstra prolongó el momento dulce del equipo Quick Step al convertirse en el primer holandés que gana el Tour de Flandes desde que, hace 32 años, su compatriota Adri Van der Poel entró en el historial del segundo "monumento" de la temporada ciclista.

Ganador de la París-Roubaix hace cuatro años, Tepstra culminó un ataque lanzado a 27 km de meta y se coronó por delante del danés Mads Pedersen, que llegó 11 segundos después tras cubrir la última fase persiguiendo sin éxito al holandés, y de otro corredor del Quick Step, el belga Philippe Gilbert, ganador en 2017.

En su edición número 102, la clásica belga, sin españoles en el palmarés, llevó a los corredores, con frío y lluvia, de Amberes a Oudenaarde a lo largo de un trayecto de 267 km salpicado con 18 muros y 13 tramos de pavés.

Por primera vez los grandes clasicómanos del norte miraban de reojo a un corredor latino, el italiano Vincenzo Nibali, que hacía su debut en Flandes después de haber ganado los dos últimos monumentos: Lombardía en 2017 y la Milán-San Remo este mismo año.

Un favorito por encima de todos: el eslovaco Peter Sagan, triple campeón mundial, que venía de ganar la Gante-Wevelgen, considerada la 'mini-Flandes', y aspiraba a una segunda victoria, dos años después de la primera.

Van Avermaet, en el grupo perseguidor, atacó en el Taaienberg, a 36 km del final, pero no rompió el paquete de treinta que intentaba reducir al trío delantero, ahora formado por Dylan van Baarle (Sky), Sebastian Langeveld (Cannondale) y Mads Pedersen (Trek-Segafredo).

Nibali se movió a 27 km, se llevó al holandés Niki Tepstra y éste, ganador de la clásica E3 Harelbeeke, dio continuidad al ataque lanzándose en solitario a la caza del trío delantero. Llegó y los rebasó para quedar en cabeza de carrera.

La tercera subida al Kwaremont y el Paterberg, todo en los últimos 20 kilómetros, iban a dictar sentencia.

La ventaja de Tepstra superó los 40 segundos y Sagan se vio en la obligación de lanzar un ataque violento a la salida del Kwaremont, a 16 de meta, y luego otro en el último muro, el Paterberg, que le dejó solo en la persecución de Tepstra, pero el holandés no le dejó ninguna opción. El eslovaco arrojó la toalla a 8 km de meta.

El fugado afrontaba con una exigua renta de 25 segundos los seis últimos kilómetros, perseguido por la flor y nata del pelotón, pero las rencillas entre los grandes facilitaron el trabajo de Tepstra, que pudo alzar los brazos bajo la pancarta.