Matt Russell fue, sin duda, uno de los grandes protagonistas del Campeonato del Mundo IRONMAN de Hawaii de 2018. Aunque pudo competir gracias a una invitación de la organización, el triatleta estadounidense acabó en la 6ª posición. Y es que un año antes, en 2017, durante el segmento de ciclismo, sufrió un grave atropello que a punto estuvo de costarle la vida.
Todavía hoy se ponen los pelos de punta al ver la sutura que le recorría prácticamente toda la circunferencia del cuello y la parte superior de la espalda.

El año pasado, además, empezó a sufrir episodios puntuales de convulsiones. Así las cosas, el próximo 8 de octubre no estará en la línea de salida del Campeonato del Mundo IRONMAN en Kona. Y no sólo por sus problemas físicos. El triatleta estadounidense ha denunciado en las redes sociales una situación que vienen advirtiendo desde hace tiempo muchos otros profesionales.
Esta campaña no me he clasificado para Hawaii. Es la segunda vez desde que soy profesional, desde 2011, que no estaré en Kona.
Mentiría si os digo que no estoy decepcionado y que 2021/2022 no ha sido un desafío. Sin embargo, no obtener lo que quieres es a veces parte del proceso. Cuanto mayor sea la lucha/fracaso, mayor será la recompensa, si mantenemos una actitud positiva y seguimos avanzando.
Primero tengo que mirar las batallas que he tenido en el último año y medio. Mis convulsiones. El hecho de que sólo las tenga por la noche una vez cada pocos meses es una bendición. Especialmente porque todavía puedo entrenar más de 30 horas a la semana y competir de manera segura.
Mi objetivo después de las convulsiones era volver a donde estaba en 2018 (cuando fui sexto en Kona) y 2019 (cuando gané el IRONMAN Lake Placid). De hecho, he vuelto y soy un poco más rápido que en 2018/2019.
Dicho esto, ¡también los demás son mejores! Sin embargo, no puedo controlar el hecho de que algunas carreras (no todas) no han sido justas cuando el director se me acerca después de la prueba y me dice: Lo siento, las motos de los medios les han dado a los triatletas de cabeza ventaja en el drafting".
¡Escuchar esto me frustra porque no es justo! Tenía muchas posibilidades de subir al podio y clasificarme para Kona. Al oírlo, tengo dos opciones: dejar el triatlón y ponerme de mal humor o usarlo como combustible para convertirme en una persona mejor y en un triatleta más fuerte.
MI FUTURO
¡Mi corazón está lleno y todavía amo el desafío del triatlón! Disfruto empujando mis límites para ser lo mejor posible. Está siendo alimentado por tener un vaso lleno de gratitud y tener a mi esposa/hijo que me apoyan. Tengo muchas cosas por las que estar agradecido. El hecho de que todavía esté AQUÍ para mi familia después del accidente cercano a la muerte de Kona en 2017 es un milagro. Todavía estoy aprendiendo y creciendo para ser mejor persona, atleta, esposo, padre, amigo y para construir una relación más cercana con el Señor.
Me esfuerzo por seguir creyendo, teniendo esperanza y fe. Esto es lo que me mantiene en marcha cuando tengo días/momentos difíciles. Al hacerlo, espero inspirar a otros a seguir sus sueños en lo que cada individuo desee.
¡Sigue avanzando porque ciertamente no me rendiré!