Joe Skipper se ha pasado todo el mes de agosto concentrado en altura en los Pirineos, concretamente en Font Romeu. Tiene entre ceja y ceja el segundo Campeonato del Mundo IRONMAN de este 2022, que regresa a Hawaii el próximo 8 de octubre.
El triatleta británico, de 34 años, quiere mejorar el sexto puesto que logró allí, en Kona, en 2019 y desquitarse del Mundial de St. George del pasado mes de mayo, donde no pudo competir por el Covid.
A cuatro semanas de la gran cita, Skipper se puso a prueba el pasado domingo en el IRONMAN de Gales. Y demostró que, a estas alturas de su carrera, tiene bien ganada la vitola de favorito, compita donde compita, también en Hawaii el próximo 8 de octubre.
En Gales, Skipper protagonizó una machada digna de mención, precisamente por hacerla en el que está considerado como uno de los IRONMAN más duros del mundo, con fuertes corrientes en el agua, vientos de mucha intensidad que endurecen el segmento de ciclismo y desnivel considerable tanto en la bici (más de 2.400 metros) como en la carrera a pie (otros 500 metros). Sin olvidar la lluvia...
Skipper cubrió los 3.800 m de natación en el puesto 3º, a más de 5 minutos de los mejores nadadores, desventaja que empezó a recortar rápidamente en los primeros kilómetros del segmento de ciclismo. Sin embargo, una avería mecánica le frenó en seco.
"La cadena se enredó después de un descenso y se quedó atascada. Ahí pensé que mi carrera había terminado. Al final, en un punto de soporte técnico pude deshacer el nudo", explicaba después de la prueba Skipper, que en el Desafío Sub7 que tuvo lugar en Alemania en junio fue capaz de completar un distancia IRONMAN en 6:47:36.
Solventado el problema mecánico, Skipper apretó los dientes en el resto del trazado de bici. En la segunda transición era 5º, pero le quedaban 16 minutos que enjugar... y un maratón por delante.
Corrió los 42 kilómetros en 2:37:25, un registro estratosférico que le permitió no sólo llegar a la meta en primer lugar, en 8:35:49. También le dio tiempo para endosarle otros 8 minutos al segundo clasificado, el alemán Boris Stein (8:43:54).
Semejante despliegue de fuerza por parte de Skipper en Gales ha suscitado todo tipo de comentarios. Nos quedamos con el de su compatriota Tim Don, campeón del mundo de triatlón en 2006, en tri247.com.
“Estamos ante una actuación que bien vale una victoria en Kona. Pero Gales no es Kona. Mi preocupación es si puede repetirla en un lugar tan especial como es Kona. Si te presentas en Kona y rindes así, ganarás. Vencerás a los noruegos [Tim Don se refiere a Kristian Blummenfelt, campeón del mundo IRONMAN el pasado mes de mayo en St. George, y a Gustav Iden, vigente campeón del mundo IRONMAN 70.3]. La concentración en altura en Font Romeu, obviamente, le ha hecho un gran favor", explica Don.
El propio Skipper también ha relado en las redes sociales cómo vivió en primera persona el IRONMAN de Gales:
Después de una buena natación y sintiéndome bastante bien al principio de la bicicleta, una avería mecánica hacia el final de la primera vuelta me costó 20 minutos: la cadena se hizo un nudo que no podía desenredar. Algunas voluntarios de la prueba también lo intentaron en vano, por lo que finalmente tuvimos que esarmard la cadena para sacarla y luego volver a colocarla. En este punto, tomé prestado el teléfono de un voluntario para informar a Laura [pareja de Joe Skipper] de lo que había sucedido, ya que que podrían haber pensado que había sufrido un accidente grave. Le dije que había perdido 15 minutos y me dijo: Bueno, has perdido más en ocasiones anteriores. Así que continué. En realidad pensé que se había acabado el juego y que mi sueño de ganar el Ironman de Gales tendría que esperar hasta el próximo año.
Mientras avanzaba, comencé a vislumbrar opciones de podio. Así, cuando me dirigía a Tenby y vi a Andrew [el triatleta británico Andrew Hosfall-Turner era líder al comienzo del maratón] corriendo colina arriba a una milla de la ciudad mientras yo todavía estaba descendiendo, pensé que sería muy especial correr para atraparlo y que, con un poco de suerte, se desvanecería.
Afortunadamente tenía piernas y la desventaja se iba reduciendo. El ánimo de los espectadores me empujó. Al final de la tercera vuelta, logré quitarle la delantera a Boris [Boris Stein] y firmé el mejor parcial de mi carrera (2h37 en un trazado con mucho desnivel).
Lo siguiente para mí es una semana centrada en comer bien y recuperarme mucho antes de mi viaje a Kona el próximo martes para terminar mi preparación para el Mundial IRONMAN.